A través de la Resolución 352/23, el Ministerio de Desarrollo Agrario de la provincia de Buenos Aires lanzó una herramienta pensada para quienes alquilan sus campos. Se trata del Programa Provincial de Recuperación Productiva para Arrendatarios Bonaerenses. El objetivo es asistir a la porción más débil de los productores agropecuarios.
Este programa no es para todo el universo de arrendatarios, sino que busca «acompañar y asistir» a quienes estén incluidos en la Emergencia Agropecuaria declarada en 2023 tras la histórica sequía. Actualmente, hay unos 81 distritos bonaerenses declarados en desastre y otros 9 ya fueron evaluados por la Comisión de Emergencia (CEDABA).
La norma firmada por Javier Rodríguez el 24 de junio pasado destaca que 1 de cada 4 productores declarados en Emergencia «son arrendatarios de los inmuebles que producen» y abarcan al 37% de las hectáreas afectadas por la sequía. El alquiler de la tierra constituye un gasto fijo más dentro de la estructura de costos que, en un contexto de bajos rindes, deja a los productores en una situación económica más apremiante que la de quienes son propietarios.
Los arrendatarios bonaerenses que tramiten su incorporación al programa de recuperación productiva recibirán un aporte no reintegrable en función de la superficie arrendada, el porcentaje de afectación y el impuesto inmobiliario rural (o rural complementario) correspondiente al período marzo-octubre de 2023. El beneficio económico tendrá dos escalas: una para afectaciones superiores al 80% y otra para afectaciones de entre el 50% y el 80% de la producción. (Infocielo)