El Gobierno Nacional anunció la emisión de una letra a 10 años, a colocar por el Banco Central, por un total de U$S3.200 millones, cuyos fondos serán utilizados para hacerle frente a vencimientos de deuda externa que la Argentina tiene en enero, que rondan los U$S4.000 millones, entre los que se resaltan el pago al Fondo Monetario Internacional.
Así se oficializó mediante el Decreto 23/2024, en la que se justificó la medida asegurando que, tras «la implementación de las medidas económicas anunciadas el último mes, se ha producido un aumento en el nivel de reservas» del organismo, «razón por la cual este se encuentra actualmente en condiciones de proveerle dólares estadounidenses al Tesoro Nacional para que haga frente al cumplimiento de sus compromisos».
En los considerandos, reconoce que éste no es el procedimiento ordinario, según establece la Constitución Nacional, en torno a la sanción de normativas relacionadas, sin embargo el Ejecutivo afirma que «la proximidad de los vencimientos de los compromisos de deuda» es la que «determina la urgencia» en vistas de «garantizar la continuidad del normal funcionamiento del Estado Nacional».
En este sentido, se estableció que las letras del Tesoro se utilizarán exclusivamente para el «pago de obligaciones de deuda denominadas en moneda extranjera».
Cabe remarcar que el no pago, ya sea parcial o total, de un vencimiento de deuda soberana, en tiempo y forma, genera un «default», lo cuál puede provocar importantes consecuencias, principalmente desde el punto de vista financiero, quedando un país, en esta situación, excluido de los mercados internacionales y siendo rechazado en cualquier solicitud de crédito.
Encuentro con el FMI
Esta medida toma lugar en las horas previas a la serie de encuentros que miembros del gabinete mantendrán con funcionarios del FMI, organismo que deberá recibir, por parte de la Argentina, antes del cierre de mes, unos U$S1.950 millones por vencimientos previamente programados.
En este caso particular, los compromisos, que originalmente eran de U$S1.300 millones, el 9 de enero, y de U$S650 millones, el 16, fueron unificados y postergados, en una operación conocida como ‘Bundle’, para finales de mes, lo que se explicaría en esta determinación tomada en las últimas horas.
Esta resolución también se da en medio de una tendencia ahorrista en moneda extranjera por parte del BCRA, que totaliza compras por U$S3.339 millones desde la asunción del libertario, el 10 de diciembre. Esta alza en las reservas por parte de la entidad que conduce Santiago Bausili, tras la devaluación del peso del 118%, es lo que llevó al Gobierno a tomar esta resolución y utilizarla para afrontar los próximos compromisos.
Aunque el accionar del Banco Central tiene, en el presente, un fin específico y beneficioso, considerando las necesidades presentes, para el gobierno de Javier Milei, cabe recordar que el actual mandatario prometió durante la campaña, tanto en múltiples expresiones como en la plataforma electoral presentada ante la Cámara Nacional Electoral, eliminar el organismo.
«Creo que tendrían que decirme que tengo razón y hay que cerrarlo. El Banco Central es un mecanismo de estafa que favorece a la casta política y están generando un problema enorme«, sostuvo en septiembre pasado, en la antesala de las elecciones generales.
A su vez, el vocero presidencial, Manuel Adorni, aseguró en diciembre que el Banco Central no iba a financiar «un solo peso del Tesoro». «No vamos a mentir, queremos actuar sobre la consecuencia, sobre el problema estructural de la Argentina», añadió, en una de sus primeras conferencias de prensa como funcionario.
En 2023, las reservas de la entidad cayeron US$21.527 millones, principalmente por los pagos, por más de US$10.300 millones, a organismos financieros internacionales, principalmente al Fondo Monetario Internacional, en el marco de los compromisos por la deuda contraída en el 2018 por el exmandatario Mauricio Macri.
(Perfíl)