Los profesionales de la salud que intervienen en el Hospital Municipal Doctor Raúl Caccavo de Coronel Suárez y en las unidades sanitarias del distrito, denunciaron ante la comunidad la reiteración de actos de violencia que sufren por parte de algunas personas que concurren al centro de salud.
Lo hicieron a través de un comunicado que tiene la firma del secretario de Salud, Rogelio Urizar; el director del Hospital Municipal, Mariano Sein; la presidenta del Círculo Médico, Nora Camerano, y de todos los directores y jefes de distintas áreas del Hospital Municipal.
En él, denunciaron que se han incrementado los episodios violentos que ejercen pacientes, familiares o terceros, hacia personas del equipo de salud durante la prestación de los servicios sanitarios. Esta problemática, se aclaró, no solo se vive en este distrito pero que se está viendo incrementada en el número de casos.
El hospital suarense recibe la totalidad de urgencias y emergencias, y es el único efector de salud para patologías agudas, además de las psiquiátricas, de abusos de sustancias, casos policiales y más.
Las consecuencias que se desprenden de la violencia en el ámbito sanitario, se explicó, impactan no solo en quien fuera víctima sino también en todo el complejo tramado organizacional.
En ese sentido, las autoridades sanitarias confirmaron que hubo profesionales que dejaron de atender en el hospital como consecuencia de sufrir de modo directo episodios de violencia sanitaria durante su labor.
Este último mes, los profesionales que atienden en la guardia externa del Hospital Municipal han recibido amenazas, algunas de muerte, además de improperios y gritos, que dieron como resultado la interrupción del trabajo asistencial para el paciente.
Entre las medidas que se han tomado ante los casos en aumento de violencia, figuran el pedido de presencia policial permanente, la instrucción de protocolos de manejo de conflicto y violencia, medidas de alerta para manejo de actores violentos y también se agilizaron los mecanismos de denuncia y registros de estos hechos.
En el comunicado indican que trabajan diariamente para mejorar la asistencia y demandas de los ciudadanos, procurando un servicio de calidad, con seguridad para el paciente y los trabajadores de la salud.
Por último, piden a la comunidad que no acepte estos tipos de comportamiento como algo habitual y que los repudie a la vez que llaman a tomar conciencia de que la violencia no forma parte de las condiciones habituales y dignas de todo trabajo. (La Nueva)