El entusiasmo de los pescadores pudo más que las previsiones climáticas hostiles o las dificultades económicas que golpearon en las estadísticas del turismo de este verano 2024. Pero ocurre que la pesca imprime una pasión inmensa como el mar y en un fin de semana que arrancó lluvioso, más de 3.000 competidores participaron en las playas de Tres Arroyos en el concurso “Las 24 horas de la Corvina Negra”, la contienda a mar abierto más grande de Latinoamérica.
Por volumen, trayectoria, extensión y el importe de los premios, el certamen constituye el episodio deportivo programado más relevante de este municipio ubicado a 450 kilómetros al sudeste de la capital provincial.
La contienda organizada por el Club de Cazadores de Tres Arroyos distribuye 180 millones de pesos en premios. Incluye el reparto de seis vehículos para los deportistas: dos pick ups y cuatro autos.
Y en esta edición 62, el primer escalón del podio fue para el tresarroyense Pablo Fernández (62), quien con una corvina negra de 2,928 kilogramos, obtenida en un paraje conocido como “el caracolero”. Se quedó con el premio mayor: una camioneta Toyota Hilux 4×4.
El concurso comenzó el sábado a las 15 y terminó un día después. Son dos competencias en una: además de pelear por la búsqueda de “la negra”, también se disputa por la obtención de las piezas de mayor tamaño. De cualquier especie que se obtenga de entre las olas y la marea.
Y allí también hay retribuciones apreciadas. La Toyota 4×2 de esta competición paralela fue para Darío Germán Marchane, quien viajó desde Coronel Dorrego para participar en “las 24”. Arrastró hasta la orilla a un “chucho” (una especie de raya) de 13,700 kilos para llevarse la presa principal. Y la consiguió minutos antes de las 14 del domingo. O sea, casi en la última hora de las 24 de torneo.
La participación en este “mundial de la pesca” exige pericia, conocimiento, paciencia y también recursos económicos. Es que la inscripción de la caña costaba 110.000 pesos. Había algún descuento para los socios del Club de Cazadores. Pero quienes concurrieron al evento deportivo aseguraron que necesitaron –en promedio- al menos 200 mil pesos para pasar este día completo a la orilla del Atlántico: al precio del pase hay que sumarle por lo menos 20 mil pesos de carnada; 35 mil de combustible para llegar y 40 o 50 mil de “viáticos” y otros víveres para pasar una noche y un día a la orilla del mar.
El torneo se realiza sobre las arenas de declive manso y aguas templadas de Claromecó, Orense y Reta. Los participantes pueden ubicarse en cualquier punto sobre una extensión de casi 40 kilómetros de costas que pertenecen al partido de Tres Arroyos. “Estamos satisfechos por el resultado de esta edición. Había muchas dudas sobre el precio de la caña, la respuesta de la gente en medio de la incertidumbre económica y –como siempre- las condiciones climáticas. Pero otra vez fue todo un éxito”, comentó orgulloso Pablo Goizueta, presidente del Club de Cazadores.
El segundo peldaño de la premiación fue para Agustín Migueletz, también residente de la cabecera de este partido bonarense. También se quedó con una camioneta de la marca japonesa, en este caso 4×2. Sacó una negra de 2.562 kilos en el paraje Franganillo. Y en el tercer lugar fue para Cristian Peralta, de Tandil, quien consiguió una corvina rubia de 3,934 kilogramos a las 20.40 del sábado. Por ese pique el pescador pudo volver de Claromecó con un Toyota Etios.
La entidad organizadora también sortea una pick up entre todos los anotados. En este caso ya no resultó una cuestión de aptitud deportiva si no de azar: quien ligó la llave fue el necochense Agustín Villamonte, que tenía el número de inscripción 3.065. O sea: se decidió a último momento. Un tocado por la bendición lúdica. El total de registrados para el concurso fue de 3.137 personas.
El encuentro de pescadores aficionados, profesionales y hasta improvisados que se animan, representa uno de los eventos deportivos más relevantes en la zona. Se realiza en forma consecutiva desde 1962 y sólo se suspendió por la pandemia de Covid. Llegó a convocar –sobre finales de la década del 80- 6.802 personas. Los primeros audaces que compitieron fueron apenas 58.
Al anochecer de la primera jornada, la costanera se transforma en una ciudad. Iluminada por miles de farolas y luces portátiles que custodian a los deportistas y acompañanbtes en carpas, bungalos, casillas y otras guaridas improvisadas para pasar la noche.
En 2024, el calendario hizo coincidir el torneo marítimo con el feriado XXL por los Carfnavales. Entonces, para Claromecó, Orense y Balneario Reta este fin de semana tocó la cima en asistencia de turismo y movimiento en general.
La palabra del ganador
“Es una sensación incomparable sacar una (corvina) negra. Vine a disfrutar y así fue. Sabía que estaban saliendo en estos días y por suerte se me dio. Entrar en el mundo de la pesca es lo mejor que me ha pasado en mi vida. La llevo en el alma”, dijo el ganador, Pablo Fernández, emocionado al bajar del escenario de la premiación.
De extensa trayectoria en el deporte de Tres Arroyos, Fernández fue por años directivo del club Quilmes. Siempre vinculado al basquet y también a la organización de concursos de pesca en la zona con la bandera de esa entidad. Hace más de 30 años que participa de las “24” y en la década del 90 estuvo a punto de ganar un premio importante. “Estuve primero por varias horas y sobre el cierre entró otra pieza. Esa vez estuve tres días sin dormir por la decepción”, reconoció el ganador.
Esta vez lo tomó con más calma. Su ejemplar lo consiguió a las 19 del sábado. Faltaban casi 20 horas para el final. Sin embargo “pude dormir un rato, disfrutar de todo esto con mi nieto. Me llevo una imagen inolvidable”, concluyó Fernández.
(Clarín)