El sector pyme advirtió que los nuevos aumentos en los costos de producción, consecuencia de los incrementos en la energía estipulados por el Gobierno, recortarán fuertemente la rentabilidad de las pequeñas y medianas empresas. En este sentido, desde Industriales Pymes Argentinos (IPA) aseguraron que el impacto se trasladará a los precios en las góndolas entre lo que queda de febrero y abril, solamente por las subas de 314% dispuestas por Cammesa, que podrán generar aumentos del 30% en los productos finales. Además, mostraron preocupación por «la falta de competitividad en el comercio exterior» y afirmaron que algunas grandes empresas comenzaron a reemplazar productos de manufactura local por bienes importados, en una tendencia que temen que sea creciente.
El presidente de IPA, Daniel Rosato, advirtió por el aumento en la energía de las pymes industriales, que “provocará un círculo vicioso, que redundará en caída del consumo, pérdida de empleos, inflación y destrucción de fábricas”. En ese sentido, detalló el impacto en las tarifas de la luz: “En la factura de enero hubo un incremento de 40% en el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM), dispuesto por Cammesa. A eso hay que sumarle aumentos en febrero y abril, que acumularán un 314% para la industria; lo que significará un 30% de aumento en góndola, sumado al aumento en los combustibles y una posible devaluación que puede haber en marzo”, estimó.
A una conclusión similar llegaron desde otras cámaras ligadas al sector. Desde la CAME, afirmaron que los incrementos en los costos de la energía «realmente no se pueden absorber y van a pegar fuertemente a la rentabilidad, sobre todo porque ya se está con una rentabilidad muy exigua a nivel comercio». Y reconocieron: «Una parte, mientras se pueda, va a tener que cargar sobre los precios». En este sentido, este lunes se conoció que los costos de insumos transables del sector productivo se incrementaron un 81,72% entre diciembre y enero, muy por encima del IPC, que acumuló un alza del 51,35%.
“El fuerte aumento de la energía provocará más inflación; el dólar atrasado genera problemas en el comercio exterior; y la crisis del mercado interno por caída de poder adquisitivo y la producción, agravará la situación de los trabajadores; y, otra vez, pegará en el consumo. No se trata de un discurso temerario, sino de una advertencia para poder analizar la situación y ver qué hacemos, ante la posibilidad de la profundización de la crisis económica”, sostuvo Rosato, que le solicitó al Gobierno nacional para avanzar en un diálogo que evalúe soluciones para el sector.
(BAE negocios)