San Lorenzo inicio su camino en la Copa Libertadores con un empate 1-1 con Palmeiras en el Pedro Bidegain en la primera jornada del Grupo F. Jhohan Romaña abrió la cuenta para los Gauchos de Boedo mientras que Joaquín Piquerez logró la agónica igualdad sobre el final del encuentro.
El equipo de Rubén Darío Insua (hoy bajo las órdenes de su ayudante de campo Roberto Luis «Lute» Oste ya que el Gallego había sido expulsado en el último encuentro internacional) realizó un partido perfecto salvo por una cuestión: liquidar el trámite del mismo.
El elenco azulgrana apostó a un esquema ofensivo y atacó incesantemente a su adversario, que presentó un equipo alternativo casi en su totalidad dado que tiene en el calendario la definición del Campeonato Paulista, y el plan rindió sus frutos con el tanto de Romaña, su bautismo goleador en Boedo. Ya con la ventaja siguieron los embates pero faltó la definición, numerosas fueron las chances pero ni Gastón Campi, Iván Leguizamón, Adam Bareiro y el ingresante Diego Herazo lograron convertir el 2-0 que liquidase el pleito.
San Lorenzo dejó con vida a su rival y este, que también tuvo grandes ocasiones, niveló el marcador con un golazo de Piquerez que de tiro libre logró el 1-1 primero parcial y luego definitivo, un resultado que cuando se sorteó el grupo parecía positivo para el Ciclón pero que termina sintiéndose como un premio consuelo luego del trámite del juego donde tuvo muchas chances para quedarse con la victoria.
(TyC)