En el marco del Día del Músico Suarense, la comunidad de Coronel Suárez brindó un cálido reconocimiento a una de sus históricas bandas: Los Merry Boys.
El homenaje fue en la plaza San Martín de Coronel Suárez, frente al palacio municipal, ante una buena cantidad de vecinos que se acercó a aplaudir a los homenajeados y a bailar con lo mejor del repertorio le permitió al grupo mantener su vigencia durante nada menos que 58 años.
Durante el encuentro se rindió además un emotivo homenaje al suarense Sergio Denis, en cuyo honor el municipio instituyó en 2021 el Día del Músico Suarense. Se celebra cada 16 de marzo, fecha en que nació el recordado intérprete de temas como Te quiero tanto, Un poco loco, Gigante chiquito y muchos más.
Los Merry Boys realizaron su primer show en el año 1966, en el salón del Club Blanco y Negro de Coronel Suárez, y a partir de ese acontecimiento comenzaron un recorrido musical exitoso, que los llevo a realizar varias presentaciones en Capital Federal, La Plata y en más de 70 ciudades de la provincia de Buenos Aires.
Gracias a la aceptación del público, lograron acceder a una discográfica para grabar sus primeras canciones. Desde aquella época de oro en la década del ’70, el grupo ha sabido reinventarse con distintas incorporaciones y, de esta forma, seguir recorriendo las fiestas populares de una amplia región.
Los Merry Boys comenzó a gestarse como banda a partir de la relación de Félix Omar «Colirio» Guarnieri, Tato Salman y otros chicos suarenses.
«Con Tato tocábamos en la escuela, siendo chiquitos, en el salón de actos. Ahí también cantaba Sergio Denis; el querido negro, con música mexicana y gran carisma, conquistaba a todos», recordó Guarnieri en La Nueva Radio Suárez.
De los actos escolares, los chicos pasaron a tocar en fiestas familiares. “¡Ya nos pagaban cuando íbamos a tocar! Esos fueron los comienzos. Después empezamos a agrupar gente: Tato Salman, el Negro Ruiz, el baterista que nos hacía falta, Juan Carlos Miguera. Esos fueron los principios de los Merry», evocó.
La oportunidad de la primera presentación fue en las concurridas tertulias que se hacían en Blanco y Negro.
«Abendaños, que estaba de conserje en Blanco y Negro, hacía las tertulias. Llegó la oportunidad de una muy grande, en el salón de abajo. Fue el 25 de mayo de 1966. Ahí nos presentamos por primera vez, ya como Los Merry Boys”, añadió Colirio.
La propuesta de la banda era sencilla pero muy efectiva: música alegre, bailable, esencial para mantener la buena onda en cualquier fiesta popular. La calidad musical de sus integrantes era el signo distintivo.
Colirio toca el acordeón, un instrumento que -aseguró- lo conecta con «la alegría de la música».
Tras sus primeros años de éxito local, el grupo sufrió algunos cambios. Tal vez el más importante haya sido la incorporación de Alfredo Otero en la batería, cambio que se mantiene hasta hoy. Su llegada -en 1974, una vez que terminó el servicio militar- coincidió con la mejor época del grupo.
«Vivíamos sólo de hacer música, de animar bailes los sábados y domingos», recordó Alfredo, quien empezó a tocar la batería inspirado por su padre, quien tenía la orquesta Casino.
Más de 70 pueblos y ciudades de la región vieron pasar a Los Merry Boys por sus escenarios, en la mayoría de los casos en repetidas oportunidades. Incluso llegaron a tocar en poblaciones de La Pampa y en Tandil, grabaron discos y hasta vivieron un año en La Plata, donde llegaron por invitación de un productor italiano, Georgio Di Lorenzo, que había venido a la Argentina.
«Nos propuso hacer una gira en los diferentes salones bailables de La Plata. Tuvimos muchísimo éxito: éramos el número principal», recordó Colirio.
Su música llegó a la publicidad de una conocida marca de cerveza, tocaron en el famoso Club Banco Nación de Capital Federal y hasta desembarcaron en radio Excelsior, que en esa época atraía a las mejores bandas del país.
Mediados de los ’70 fue una época prolífica para Los Merry Boys. “Fue una época muy linda, donde tocábamos con grandes artistas del momento. En el año 1975 los Merry jugamos en Primera”, graficó Alfredo.
Tras los años de gloria, los Merry volvieron a Coronel Suárez. El punto de inflexión fue la enfermedad de uno de los integrantes del grupo, aunque hoy reconocen que además les faltó un productor musical con mayor experiencia.
“Nos faltó estar con un productor de Primera”, volvió a graficar Alfredo.
La pasión por la música igualmente no decayó. Siguieron adelante con nuevas incorporaciones, a veces con más continuidad y en otras oportunidades con menos, pero siempre marcando presencia en los escenarios de la región para hacer bailar a parejas de todas las edades, como lo hacen desde hace casi 60 años.
(La Nueva)