El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, prometió que Israel puede «estar solo», después de que Estados Unidos advirtiera que los envíos de armas podrían detenerse si ordena una invasión a gran escala de Rafah en Gaza. “Si tenemos que luchar solos, lucharemos solos. Si es necesario, lucharemos con las uñas. Pero tenemos mucho más que uñas”, amenazó.
Miles de personas ya han huido de la ciudad del sur de Gaza después de que el ejército israelí comenzara el lunes lo que llamó una operación «limitada».
El presidente estadounidense, Joe Biden, advirtió repetidamente contra la operación, afirmando que cruzaría una «línea roja». Pero Netanyahu desestimó la advertencia de Estados Unidos y dijo que Israel seguiría luchando. «Si es necesario… estaremos solos. He dicho que si es necesario lucharemos con las uñas», para terminar con Hamas, dijo.
Netanyahu también invocó la guerra de 1948 —donde el recién formado Estado de Israel fue atacado por una coalición de estados árabes— para desestimar las advertencias de Estados Unidos.
«En la Guerra de Independencia hace 76 años, éramos unos pocos contra muchos. No teníamos armas. Hubo un embargo de armas a Israel, pero con gran fuerza de espíritu, heroísmo y unidad entre nosotros, pudimos salieron victoriosos», dijo.
A pesar de los comentarios de Netanyahu, su gobierno se ha visto bajo presión después de que Estados Unidos suspendiera la entrega de 1.800 bombas de 907 kg y 1.700 bombas de 500 libras por temor a que pudieran causar muertes de civiles en Rafah.
Biden fue aún más lejos en una entrevista con CNN el miércoles, diciendo que si el ataque seguía adelante suspendería aún más los suministros de proyectiles de artillería y otras armas.
Yoav Gallant, ministro de Defensa de Netanyahu, desestimó las advertencias de Estados Unidos y dijo que «los enemigos y… los mejores amigos» de Israel deberían entender que su país «no puede ser sometido».
La relación con Biden en su peor momento
Biden y Netanyahu llevan mucho tiempo manteniendo una relación complicada, pero se están quedando sin espacio para maniobrar a medida que sus puntos de vista sobre la guerra de Gaza divergen y sus futuros políticos penden de un hilo. Sus vínculos llegaron a un punto bajo cuando Biden amenazó con no entregar más armas.
Biden se ha enorgullecido durante mucho tiempo de poder gestionar a Netanyahu más con zanahorias que con palos. Pero la escalada de fricciones en los últimos siete meses sugiere que su enfoque puede haber superado hace mucho su fecha de caducidad.
Mientras ambos hombres equilibran una situación explosiva en Medio Oriente con sus propios problemas políticos internos, Netanyahu se ha vuelto cada vez más resistente a las ofensivas públicas y las súplicas privadas de Biden, lo que provocó una respuesta más asertiva del presidente en las últimas semanas. (Clarín)