Tyson Fury y Oleksandr Usyk se enfrentarán este sábado en el Kingdom Arena de Riad, Arabia Saudita, en una pelea en la que estará en juego el reinado absoluto de los pesos pesados 24 años después que Lennox Lewis se consagrara en las cuatro entidades.

A su vez, el mano a mano será importante por el invicto que ambos ostentan. El Rey de los Gitanos es el campeón del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), mientras que el ucraniano tiene los cinturones de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) y la Federación Internacional de Boxeo (FIB)

Fury y Usyk volvieron a cruzarse en el pesaje; aunque todos esperaban chispazos no se imaginaron el voltaje del cruce. El británico pesó 118,8 kg y el ucraniano 105,6 kg. Pero en la foto final, en el último careo ante de verse dentro del cuadrilátero y con los guantes puestos, volvió a surgir la ira, los insultos y las amenazas. La pelea del sábado promete ser una guerra.

Fury será la estrella del combate por el perfil que ha sabido construir y el personaje en el que se ha convertido: el Gipsy King. El boxeador británico de 36 años y 2,06 metros de altura se llevará una bolsa tres veces mayor a su rival.

Fury derrotó al ex campeón de UFC por SP (Justin Setterfield/Getty Images)

El Rey de los Gitanos está invicto en 35 peleas, con 24 ganadas por KO y 1 empate. Viene de derrotar al ex campeón pesado de la UFC Francis Ngannou por SD, el 28 de octubre de 2023 en Arabia Saudita. Fury ha ganado, prácticamente, todos los títulos pesados británicos, europeos y mundiales. Pero en 2016 debió ceder los cinturones tras haber dado positivo de cocaína en dos controles -confesó que su vida se había convertido en un infierno y, entre alcohol y drogas, lo acechaban pensamientos suicidas-.

En febrero de 2020 se consagró como campeón pesado del CMB tras ganarle la segunda pelea a Deontay Wilder (habían empatado en diciembre de 2018) por TKO7, en el MGM Grand Arena de Las Vegas.

Usyk le ganó por TKO9 a Dubois y defendió sus títulos (Gabriel Kuchta/Getty Images)