En un verdadero partidazo, Francia sacó chapa de campeona y venció 1-0 a Bélgica para meterse en los cuartos de final de la Eurocopa. El gran héroe de la noche de Düsseldorf fue el jugador menos pensado: Randal Kolo Muani ingresó en el complemento y definió la historia.
La única gran emoción de la serie se hizo esperar y mucho. Luego de desperdiciar varias chances en la cabeza de Marcus Thuram en el primer tiempo y en los pies de Kylian Mbappé (jugó con la máscara por la fractura de tabique) y William Saliba en el complemento, Les Bleus llegaron al grito salvador a seis minutos del final del partido.
Cuando el encuentro parecía encaminarse al tiempo extra y a los penales, el delantero de PSG, recordado por haber desperdiciado un mano a mano increíble frente a Emiliano Dibu Martínez en la final del último Mundial de Qatar 2022, recibió una pelota en el área grande, giró el cuerpo a toda velocidad y sacó un remate mordido que descolocó al arquero Koen Casteels y sacudió las redes.
Bélgica, que por momentos jugó con el ritmo cansino de Kevin De Bruyne y por otros se pasó de revoluciones con Jeremy Doku, pudo haber igualado el trámite con Yannick Ferreira Carrasco y el propio crack de Manchester City, pero ambos terminaron estrellando sus ilusiones en los guantes de Mike Maignan.
Ronaldo erró un penal, lloró, pidió perdón y festejó, al final, el pase de Portugal
Portugal avanzó a cuartos de final de la Eurocopa venciendo a Eslovenia por penales, 3-0.
En el partido se vivieron momentos de suma tensión, porque igualaron sin goles en 120 minutos, con un penal fallado por Cristiano Ronaldo (minuto 104), quien terminó llorando.
Diogo Jota escaló con pelota dominada y a la hora de llegar al área rival es derribado por Vanja Drkusicm, a lo que Daniele Orsato no duda en sancionar la pena máxima pese al eleve contacto y acalorado reclamo esloveno de intentar convencerle de revertir su polémica decisión.
Finalmente el colegiado no recibió el llamado del VAR para revisar la jugada en el monitor y dio lugar a que Cristiano Ronaldo se enfrente a Jan Oblak, un duelo que se dio en numerosas oportunidades en el marco del derbi madrileño entre Real Madrid y Atlético de Madrid.
El capitán luso apostó a abrir su pie derecho pero Oblak adivinó su intención y colocó firmemente su mano izquierda para enviar la pelota al córner, denegando al cinco veces ganador del Balón de Oro de lo que probablemente hubiese significado el pasaje a los cuartos de final.
Pocos segundos más tarde llegó el final del primer tiempo extra y los dos seleccionados se reunieron frente a sus bancos de suplentes para tratar la estrategia de cara al complemento. Es el la reunión del elenco portugués que se ve a Cristiano visiblemente conmocionado por lo sucedido, rompiendo definitivamente en un mar de lágrimas al salir de la charla técnica mientras intentaban consolarle.