Para el infarto. Así fue el cierre del partido entre la Selección Argentina Sub 23 y Marruecos, que no está terminado, sino interrumpido. El equipo de Javier Mascherano perdía 2-0, pero logró una remontada a puro coraje gracias al descuento de Giuliano Simeone y el gol agónico de Cristian Medina que desató el escándalo en los Juegos Olímpicos de París 2024.
Apenas se sacudieron las redes, Mascherano lo festejó con alma y vida en el banco de suplentes. Un desahogo enorme, al igual que el de todos los jugadores. Por un lado, la euforia argentina. Por otro, la bronca marroquí. Mientras celebraban en el campo de juego, desde las tribunas volaron varias proyectiles y hasta explotó una bomba de estruendo cerca de Julián Álvarez, quien minutos atrás había sido abrazado por un hincha que invadió el verde césped para abrazarlo y pedirle una foto.