El reciclaje de plástico en Argentina se multiplicó por cinco en los últimos 20 años, a 294 mil toneladas anuales en 2023, y el sector busca impulsar una ley que lo incentive más, pese a que el presidente del país, Javier Milei, es contrario a la Agenda 2030.
Según el índice de reciclado elaborado por la asociación civil Ecoplas y la Cámara de la Industria de Reciclados Plásticos (CAIRPLAS) difundido este jueves, entre 2003 y 2023 en Argentina se reciclaron más de 4 millones de toneladas de plástico, lo que evitó la emisión de más de 5,7 millones de toneladas de dióxido de carbono.
“La tendencia hacia el cuidado del medioambiente es creciente, con una mirada también de desarrollo productivo hacia una economía circular. La industria recicladora nacional ya cuenta con más de 140 empresas que apuestan por la economía circular en 19 provincias (de las 24 jurisdicciones)”, describió la directora ejecutiva de Ecoplas, Verónica Ramos.
Además del reciclado mecánico, en Argentina existe una sola planta piloto, a cargo de la petrolera YPF, para el reciclado avanzado, que transforma residuos plásticos en sus componentes originales.
Argentina recicla el 15,12% del total del plástico, algo que es “bueno” respecto de la región, pese a “no tener una legislación que acompañe”, destacó el gerente técnico de Ecoplas, Mariano Desvard.
La ciudad de Buenos Aires es uno de los distritos más organizados para el reciclaje, si bien está recortando los ‘puntos verdes’ para dejar los materiales reciclables; el resto de provincias cuentan con numerosos basureros a cielo abierto.
Ley nacional
En este contexto, el sector impulsa una serie de políticas públicas, una de las cuales es una ley nacional de “responsabilidad extendida del productor” (REP), ya introducida en el Congreso argentino, por la cual cada productor pone dinero a un fondo administrado por privados por los productos que colocan en el mercado y se vuelven residuos.
“Es necesaria una mirada común”, dijo el gerente de la Cámara Argentina de la Industria Plástica (Caip), Sergio Hilbrecht.
La ley REP es resistida por las empresas -aunque Brasil, Chile y Uruguay ya cuentan con leyes similares para todo tipo de materiales y en España fue promulgada en 2011 y la cantidad de envases reciclados creció 37 veces-, en un contexto en que las multinacionales compensan los objetivos que no cumplen en Argentina con los que sobrecumplen en otros puntos del globo.
Según una encuesta elaborada por Opinaia para Ecoplas, el 43% de los argentinos está predispuesto a pagar más por un producto hecho con plástico reciclado.
En Argentina existen dos ecoetiquetas promovidas por Ecoplas que facilitan la circularidad de los plásticos: una mano certifica productos plásticos monomateriales; y una Certificación de Contenido de Plástico Reciclado avala la trazabilidad y la proporción de un mínimo del 15% de plástico reciclado en los productos finales.
(DDR / Diario 26)