
Granja Avícola Don Andrés lleva adelante un proyecto pionero en el país: transformar los residuos de su producción en fertilizante granulado orgánico, generando valor agregado y fortaleciendo un modelo de producción circular y sostenible.
Fundada en 1991 en Rivera, partido de Adolfo Alsina, Buenos Aires, como una pequeña empresa familiar, Granja Avícola Don Andrés comenzó con apenas 1.600 pollitas alojadas en el patio de una casa. Más de tres décadas después, se ha convertido en una de las principales productoras avícolas del país, con instalaciones automatizadas, logística propia y presencia en Rolón, La Pampa, donde funciona su segunda planta productiva.
Actualmente, la empresa produce cerca de 180.000 huevos diarios, bajo un sistema completamente automatizado que garantiza eficiencia, calidad y bienestar animal. Pero su apuesta más ambiciosa es el desarrollo de un biofertilizante granulado 100% orgánico, elaborado a partir del aprovechamiento de los residuos avícolas.

“El guano de las gallinas, que normalmente se considera un desecho, pasa por un proceso que lo vuelve sólido y granulado, convirtiéndolo en fertilizante”, afirmaron Pablo Felsinger, CEO de Granja Avícola Don Andrés, y Agustín Amigo Orge, Director de Proyectos y Sustentabilidad de Fertierra S.A.
“Lo innovador es que, a diferencia del pellet tradicional, nuestro producto es mucho más homogéneo, lo que permite que se pueda aplicar directamente con una sembradora junto con los cereales. Es algo que sirve a todo el país y realmente es muy innovador”, aseguraron.
La idea surgió a partir de una necesidad concreta: aprovechar el residuo generado por la producción avícola y transformarlo en un recurso útil, cerrando así un ciclo productivo bajo los principios de la economía circular.
Energías renovables, innovación y trabajo en equipo.
“Hoy estamos en una etapa de evaluaciones y simulaciones, esperando la llegada de nuevas maquinarias”, contaron.
El proyecto está en pleno desarrollo, con un equipo de trabajo interdisciplinario que combina conocimiento técnico, visión sustentable y compromiso local.
“Todo esto se va a manifestar mucho más cuando estemos produciendo en el día a día. Calculamos que el año que viene ya podremos ver los resultados concretos”, agregaron.
La empresa, liderada por Pablo Felsinger, viene apostando fuertemente a la innovación y la eficiencia.

El nuevo sistema no solo reduce el impacto ambiental, sino que también genera un producto competitivo para el mercado agrícola, con propiedades naturales que mejoran la estructura del suelo y promueven una agricultura más equilibrada.
Asimísmo, en la empresa se instaló un sistema ON GRID para disminuir los costos de la energía y cumplir con la cuota de generación de energía renovable, posicionando a la granja como una innovadora en materia de sustentabilidad y energía renovable.

Un modelo de industria pampeana
“Este desarrollo demuestra que es posible transformar un problema en una oportunidad, generando valor agregado y cuidando el ambiente”, destacaron. Desde Granja Avícola Don Andrés sostienen que el proyecto es mucho más que una mejora productiva: representa una forma distinta de pensar la industria.
“Creemos que el crecimiento debe ir de la mano de la responsabilidad ambiental y del trabajo colaborativo. Cada paso que damos reafirma nuestra convicción de que la innovación puede nacer desde La Pampa y proyectarse hacia nuevos mercados”, concluyeron.
Este desarrollo es un ejemplo del potencial de la industria pampeana, donde la tecnología, la sostenibilidad y la articulación público-privada se combinan para generar oportunidades reales de crecimiento.
(Fuente UNILPA)





















