El presidente Milei promulgó la Ley N° 27.781, que introduce la Boleta Única de Papel como nuevo sistema de votación en Argentina. Aprobado por el Congreso en octubre, el mismo modifica el Código Electoral Nacional y busca modernizar y transparentar los procesos electorales nacionales.
La boleta estará organizada en franjas horizontales para las categorías de cargos y en columnas para las agrupaciones políticas, sin la opción de votar por lista completa. Con esta medida, se fomenta la elección individual de cada candidato, mejorando la calidad democrática.
El decreto 915/2024 oficializó la promulgación, que será publicada en el Boletín Oficial en breve. La implementación del nuevo sistema abarcará tanto las elecciones primarias como generales, además de las del Parlamento del Mercosur. Esta reforma es vista por el Ejecutivo como un paso hacia la modernización del sistema electoral, garantizando un mayor control y transparencia en los comicios.
A nivel provincial, señala El Día, la adopción de la Boleta Única generó controversia. El gobernador Axel Kicillof evalúa la posibilidad de separar las elecciones provinciales de las nacionales.
El ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco, calificó la reforma de “innecesaria” y sostuvo que no responde a los intereses del pueblo argentino. Además, destacó que la Constitución provincial impide adoptar este sistema, ya que el artículo 61 requiere que las boletas incluyan los nombres completos de los candidatos.
En caso de que las elecciones provinciales se mantengan junto a las nacionales, Bianco advirtió que se votarían con dos boletas y dos urnas. También dijo que si se desdoblan los comicios, habría una clara diferenciación entre ambos sistemas. Esta situación abre un debate sobre la implementación de la Boleta Única y los posibles cambios que podrían surgir en la dinámica electoral de Buenos Aires.
