La mujer que desapareció casi 24 horas en la zona rural de Jacinto Arauz recuperó el habla y contó a sus familiares qué sintió un «ruido en el patio» y cuando salió «una luz fuerte la encegueció«.
A partir de allí no recuerda más nada, señalaron. El hecho que generó más misterio aún fue que lrma Reick , de poco más de 50 años y de contextura grande, apareció a unos 60 kilómetros de distancia del puesto donde se encontraba.
En un principio, cuando fue hallada, y dado el estado de «shock» en el que se encontraba la mujer no podía hablar y solo se manifestaba por escrito.
El caso, que desde un principio quedó envuelto en un halo de misterio, fue dado a conocer por este diario durante la jornada de ayer.
Rastrillaje
La mujer vive en el establecimiento rural «El Estribo», ubicado a unos 15 kilómetros de casco urbano de Arauz. Se crecía que durante la jornada del martes había salido a caminar. Como no la encontraba, su pareja hizo la denuncia ante la Policía.
A la búsqueda de la mujer se sumaron efectivos policiales de Arauz, de General San Martín, de la Unidad Regional III y de la Sección Canes, entre otros.
Cuando la Policía había logrado la colaboración de un avión privado para sobrevolar la zona, apareció el miércoles alrededor de las 8:00 horas a unos 60 kilómetros, en la zona de Meridiano V, muy cerca de Guatraché. Fue hallada por una patrulla rural de la policía de Colonia Santa Teresa bajo un fuerte estado de «angustia».
«La encontramos en uno de los rastrillajes, lo que pasa es que no puede hablar porque se encuentra en una especie de estado de angustia muy grande», había confirmado a este diario el segundo jefe de Policía, comisario Carlos Sosa.
«Lo único que sabemos por ahora es que salió a caminar por el campo y no volvió… Estuvo casi 24 horas desaparecida», agregó el uniformado.
El mismo miércoles Irma Reick fue internada en el hospital de Guatraché y luego trasladada a General Acha, en donde se le realizaron estudios médicos para descartar algunas hipótesis, como la posibilidad de que hubiera sufrido un accidente cerebrovascular.
La mujer solo se expresaba por escrito, pero con el correr de las horas -tras ser dada de alta- recuperó el habla y pudo hablar con sus familiares. A ellos fue a quiénes les contó que escuchó un «ruido en el patio» y cuando salió «una luz fuerte la encegueció«. A partir de allí no se acuerda más de nada. (Diario de La Pampa)