La carne aumentó casi 30 puntos porcentuales por encima de índice de precios al consumidor durante todo el año pasado. Los porcentajes, presentados a través del informe agropecuario regional del Centro Regional de Estudios Económicos de Bahía Blanca, muestran que el valor de uno de los principales alimentos de la mesa de los argentinos tuvo un incremento del 75,3% durante 2021, mientras que el IPC subió un 48,1% durante el mismo tiempo.
Según el CREEBBA, en los últimos 12 meses la evolución del precio de la carne “pareció adaptarse al objetivo” del cierre de las exportaciones, “mostrando una desaceleración con respecto al nivel general de precios en los meses posteriores al impacto” de la medida, aunque mostró una recuperación hacia finales del año pasado.
“De todas formas, el año cerró con una diferencia de tasas promedio de 1,5 puntos porcentuales en favor de la carne vacuna. De tal manera, el precio de la carne acumuló para 2021 un aumento de 75,3%, mientras que el nivel general de precios varió un 48,1%”, se explicó.
La decisión de suspender la exportación de siete cortes de carne vacuna (asado, falda, matambre, tapa de asado, nalga, paleta y vacío) y otros rubros hasta el 31 de diciembre de 2023, terminó generando una pérdida de 408 millones de dólares, teniendo en cuenta los volúmenes exportados entre mayo y noviembre de 2020.
“Por otro lado, si se asume que la tendencia durante el comienzo del año se hubiera mantenido dada la creciente demanda exterior, la cifra se eleva a 800 millones de dólares”, se aclara.
En cuanto a la relación entre el poder adquisitivo y el precio de la carne, es decir, cuántos kilos de carne vacuna se pueden comprar con un determinado salario, el informe expresa que durante el cuarto trimestre de 2021 el poder adquisitivo del Salario Mínimo Vital y Móvil presentó una fuerte caída del 17,7%, traccionada por los aumentos en el precio de la carne (25%) y el estancamiento del SMVM en 32 mil pesos.
Con esta variación, el poder adquisitivo se sitúa en 39 kilo de carne, un valor históricamente bajo.
De esta manera, la capacidad de compra de carne de los individuos continúa con la tendencia a la baja observada desde 2018, mostrando los últimos meses signos de un estancamiento en los niveles más bajos de la serie desde previo a 2003, sin posibilidades de una recuperación sostenida.
Así, para diciembre de 2021 el indicador acumula una caída del 11,3%. (La nueva)