La tasa de pobreza se ubicó en 36,5% en la Argentina al cierre del primer semestre de 2022, equivalente a 17,3 millones de personas, según informó hoy el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
En tanto, la indigencia se ubicó en 8,8%, lo que representa a 5.300.000 personas, y se redujo 1,9 puntos en forma interanual pero se elevó 0,6 puntos frente al período precedente.
Los datos más duros revelan que más de la mitad de los chicos de 14 años –el 50,9%- vive en la pobreza, y el 12,7% está en la indigencia.
La tasa de 36,5% representa una baja de 4,1 puntos respecto al 40,6% que se había registrado en el mismo período de 2021, cuando la pandemia había paralizado la actividad económica. A su vez, descendió 1,8 puntos con relación al segundo semestre del año pasado.
Las cifras oficiales muestran que el 27,7% de los hogares del país son pobres y la indigencia afecta al 6,8%.
Las mejoras en los indicadores están relacionadas con la base de medición ya que durante 2020 y 2021 la pobreza estuvo por encima de 40% dado los efectos de las restricciones sanitarias.
La peor situación se observó en el Gran Resistencia donde el INDEC detectó que la mitad de la población es pobre. En similar rango se ubica Concordia, ciudad en la que el 49,2% de los habitantes no cubren sus necesidades básicas. En tanto, en la provincia de Buenos Aires el 42% de sus habitantes sufre carencias para una vida digna.
Las ciudades en la que hay más de 4 de cada 10 pobres son: Gran Catamarca (40,3%), Santiago del Estero (40%), Gran Córdoba (40%), San Nicolás y (40,7%).
La mejor situación se detectó en la Ciudad de Buenos Aires donde la pobreza alcanza a sólo el 16,2% de la población. La segunda mejor condición se observó en Ushuaia (23,9%) y luego aparece Formosa (24,4%).
De acuerdo a los datos oficiales, los hogares en situación de pobreza están compuestos en promedio por casi 4 personas cada uno (3,96), con una canasta familiar de $ 93.177 e ingresos por $ 58.472.
De esta forma lo que ganan las familias pobres está un 40% debajo de lo necesario para salir de esa situación.
En el caso de la indigencia, también se detectaron cerca de cuatro personas por hogar (3,89), con un ingreso de $ 26.000 para una canasta básica alimentaria que cuesta $ 40.857.
La información difundida hoy por el INDEC no captó la escalad inflacionaria que se produjo en julio, agosto y lo que va de septiembre, que profundizó la pérdida de poder adquisitivo de las familias.
Consciente de esta situación, el Gobierno otorgó ayudas especiales a jubilados y a los sectores más postergados para hacer frente a la suba de precios.
Ante la delicada situación se multiplican los reclamos por mayor asistencia del Estado y grupos piqueteros mantiene cortada la avenida 9 de Julio a la altura del Ministerio de Bienestar Social. El Gobierno ya comunicó que debido a la fuerte restricción presupuestaria que atraviesa no habrá aumentos de los planes sociales. (NA)