«Quiero pedir mil perdones a la familia, a la mamá de Tomy, por lo sucedido», comenzó diciendo el estanciero, el pampeano Néstor Félix Hirtz (oriundo de Quehué) cuando declaró en el juicio con jurados al que está siendo sometido en los tribunales de Azul por el homicidio de Tomás Echegaray.
Ahora lo condenaron a 13 años de prisión por ese crimen, el asesinato de Tomás Echegaray (25) años, el amigo de su hijo, el domingo 5 de julio de 2020, en plena pandemia. El asesinato ocurrió en la casa del homicida ubicada en la ciudad bonaerense de Tapalqué.
En un principio, Hirtz no iba a declarar en ese juicio oral, ya que sus abogados defensores habían optado por proyectar en la tarde de este jueves -durante la segunda jornada del debate- la grabación de lo que días después a que quedara detenido por la muerte del joven tapalquense, a fines de julio de 2020, Hirtz contara al ser indagado en sede judicial por el Fiscal que instruyó el sumario penal.
Pero a poco de que había comenzado a proyectarse en el juicio oral, la defectuosa calidad del audio de dicho registro fílmico hizo que los defensores del imputado desistieran de continuar exhibiendo esa declaración al jurado y a todos los demás presentes en la sala ubicada en el tercer piso del Palacio de Justicia local. Por eso declaró.
«Me mandé una cagada. Le quise hacer una joda y se me escapó un tiro», dijo el productor. Hirtz fue condenado después de que un jurado popular lo declaró culpable por el homicidio. Diez de doce jurados lo acusaron de «homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego con dolo eventual».
El hecho ocurrió a las 2.30 del domingo 5 de julio de 2020 en la casa del imputado, ubicada en la calle Luis Brané 36, de Tapalqué, ciudad cabecera del partido bonaerense homónimo, situada en el centro de la provincia y unos 270 kilómetros de la Capital Federal.
La víctima jugaba al fútbol en el Club Atlético Tapalqué. Ese año había pasado a Boca Juniors de Azul, donde no llegó a debutar, y, además, era hermano del presidente del bloque de concejales de Juntos por el Cambio, Juan Echegaray.
El futbolista llegó a la casa en su camioneta Toyota Hilux junto a otro joven, ya que era amigo de Estanislao Hirtz, el hijo del dueño de la vivienda.
Según lo que se pudo reconstruir en la investigación y en el juicio oral, Hirtz padre quiso hacerle una broma relacionada con las medidas de higiene por la pandemia del coronavirus y salió a recibirlo con un rociador de alcohol en una mano y con el revólver marca Smirth & Wesson calibre 44 Magnum en la otra, del que se le escapó un tiro. «Se equivocó y en vez de gatillar el alcohol, le gatilló el arma», confió a la agencia Télam una fuente de la investigación.
El propio hijo de Hirtz cargó a su amigo herido en la camioneta de la víctima y lo llevó hasta el hospital de Tapalqué, donde decidieron trasladarlo al hospital Pintos de Azul, pero falleció en la ambulancia.
El autor del disparo también fue hasta el hospital, donde al ser interrogado por la Policía les dijo: «Me mandé una cagada. Le quise hacer una joda y se me escapó un tiro».
El fiscal Fernández, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1 de Azul, dispuso su inmediata aprehensión por el homicidio y le secuestró no sólo el revólver .44 Magnum con el que cometió el hecho, sino también otro revólver calibre .38 que tenía en su vehículo, armas de las que era legítimo usuario.
La autopsia a Echegaray determinó que el proyectil ingresó en la región abdominal -por la fosa ilíaca derecha-, con orificio de salida en región posterior izquierda del tórax y que en su trayecto lesionó el hígado y causó la ruptura de la arteria aorta, lo que produjo la muerte por un shock hipovolémico.
Luego de atravesar a la víctima, el proyectil terminó incrustado en el paragolpe delantero de la camioneta del detenido.
«Perdí la noción de todo en ese momento», dijo el estanciero inmediatamente después a que hiriera de muerte a Echegaray.
Para cuando este hecho se produjo, Néstor Félix Hirtz estaba en pareja con una policía. Y según contó en el debate, fue a ella a quien primero acudió para contarle lo que había sucedido, en la previa a que aquella madrugada del domingo 5 de julio de 2020 fuera al hospital donde estaba siendo asistido Tomás y después quedara aprehendido.
«Se me escapó un tiro, le pegué a Tomy», afirmó que le dijo a esa mujer policía cuando acudió a pedirle ayuda, lo cual sucedió mientras la víctima ya estaba hospitalizada. (Diario de La Pampa)