El proyecto dolarizador del candidato presidencial, Javier Milei, comienza a recibir críticas internacionales. Desde Estados Unidos, el economista jefe del Instituto de Finanzas Internacionales, Robin Brooks, expresó que se trata de una “idea terrible”.
En tanto, ex represente de Estados Unidos en el directorio del FMI durante el gobierno de Barack Obama, Mark Sobel, en un documento expresó que «la dolarización es una estrategia ‘sin salida’ potencialmente peligrosa y podría sembrar la semilla de una gran contracción y colapso».
“La dolarización es una idea terrible; la última vez que se intentó esto terminó en una gran devaluación que lo descarta para siempre como un objetivo de política. El peso está, incluso con la devaluación reciente, muy sustancialmente sobrevaluado, solo mire su nivel frente a Brasil y Turquía”, explicó en una publicación en la redes social Twitter.
Dollarization is the wrong path for Argentina.
There is no silver bullet.
🇦🇷 must focus on the hard work of stabilization & liberalization. Like the "convertibility plan", inflexible "no exit" dollarization could create far worse convulsion.👇👇 https://t.co/EU7v1mhgd5
— Mark Sobel (@sobel_mark) August 17, 2023
Poco antes, el analista del IIF para América latina, Martín Castellano, sostuvo que “la devaluación del peso argentino en el mercado oficial no ha reducido la diferencia con la cotización paralela”.
“Incluso en un período de transición, se necesitan medidas articuladas y consistentes para contener el traspaso de la inflación y mejorar las cuentas externas. De lo contrario, la presión del tipo de cambio seguirá siendo alta”, sostuvo.
Además, advirtió que “el traspaso del tipo de cambio de Argentina se encuentra entre los más altos de los mercados emergentes. Por lo tanto, la cifra de inflación de 6,3% mensual en julio es totalmente anticuada en medio de la fuerte depreciación del peso en agosto. Una comunicación clara y una hoja de ruta, aunque solo sea por un período de tres meses, podrían ayudar a aliviar la presión cambiaria”.
Por otra parte, Brooks expresó su apoyo a un artículo del ex represente de Estados Unidos en el directorio del FMI durante el gobierno de Barack Obama, Mark Sobel, que publicó en la página web del Foro oficial de Instituciones Monetarias y Financieras (OMFIF).
En el mismo se destaca que “con la ‘sorprendente’ victoria de Javier Milei en las elecciones primarias de Argentina, los inversores mundiales se centran ahora en sus propuestas de política económica, muy poco ortodoxas, de fuerte austeridad fiscal, liberalización y dolarización y, por extensión, de abolición del banco central”, indicó el experto en finanzas internacionales.
“Independientemente de quién gane la presidencia, Milei tiene razón al pedir una consolidación fiscal masiva para frenar el exceso de endeudamiento y liberalizar la economía para impulsar la productividad. Pero la dolarización sería una apuesta demasiado arriesgada. No hay soluciones milagrosas para los problemas del país, sólo trabajo duro”, aclaró el director del Official Monetary and Financial Institutions Forum.
“La Argentina lleva mucho tiempo sufriendo ciclos de gasto excesivo en un contexto de bajo ahorro. Este ciclo se hace evidente de nuevo en las desastrosas condiciones económicas actuales. El exceso de endeudamiento interno es financiado por el banco central, provocando una inflación elevada o hiperinflación”, afirmó.
“El endeudamiento externo a gran escala se hace insostenible, provocando default en serie. Los controles de capital y las múltiples prácticas cambiarias socavan aún más la competitividad”, expresó.
“Se trata de problemas fundamentales que las políticas fiscales, monetarias y estructurales deben solucionar. Dolarizar la economía es atractivo a primera vista”, sostuvo.
“La economía argentina ya está significativamente dolarizada, ya que hay poca confianza en el peso, y la dolarización total no parece un paso demasiado lejos. Se quitaría discrecionalidad a los funcionarios, dado su historial de fracasos”, explicó.
“En principio, la dolarización requiere que el Gobierno se tome en serio la cuestión fiscal y se asegure de que ya no hay financiación monetaria. En teoría, la inflación debería disminuir brusca y sosteniblemente, con la credibilidad del país ligada a la política monetaria estadounidense”, aclaró.
“Pero la dolarización es una estrategia ‘sin salida’ potencialmente peligrosa. Podría sembrar la semilla de una gran contracción y un colapso, al tiempo que desvía la atención del duro trabajo de arreglar la economía”, indicó.
“Con la dolarización, el crecimiento de Argentina dependerá de un superávit por cuenta corriente y de la entrada de capitales. Esto puede ser factible con un fuerte crecimiento mundial, altos precios de las materias primas, inversiones atractivas, un sólido estado de derecho y una moneda infravalorada”, detalló. (NA)