Desde la medianoche volvió a subir el pecio de los combustibles, un 4 por ciento en promedio, y que representa el sexto ajuste del año.
En consecuencia, en la noche de este viernes, y ante la proximidad del aumento, se observaban largas colas en las estaciones de servicio.
La nafta súper pasó a costar entre $905 por litro en estaciones de servicio de YPF de CABA, mientras que el gasoil llega a $950. En ciudades como Bahía Blanca, en cambio, el litro de súper alcanza los $ 1061 y Diesel 500: $ 1094.
En parte el ajuste se debe a la actualización de los impuestos a los combustibles, pero también por la decisión de las petroleras de no perder rentabilidad ante la depreciación del peso.
Con este ajuste, los combustibles ya subieron un 62 por ciento en lo que va del año, pero desde noviembre del año pasado, los incrementos acumulados alcanzan el 262 por ciento.
Desde el sector petrolero advirtieron que los precios todavía están retrasados, pero admiten que deben aflojar los ajustes por la fuerte caída en el consumo, en medio del escenario recesivo.
Desde diciembre, las ventas de combustibles cayeron 17 por ciento, según cálculos de los estacioneros. Además, se desplomó fuerte el consumo de nafta premium, ya que las ventas cayeron 22,6.
Con estos aumentos, el precio de la nafta y el gasoil en la Argentina se equiparó al valor de los países vecinos, lo que hizo menos conveniente para los extranjeros cargar combustible en el mercado local.
(NA / Diario de Rivera)