Mientras el Senado estaba por finalizar una maratónica sesión de 22 horas por la Ley Bases, el gobernador bonaerense Axel Kicillof era recibido en el Vaticano por el Papa Francisco.
El mandatario estuvo acompañado por su jefe de Gabinete, Carlos Bianco, y por la jefa de Asesores, Cristina Álvarez Rodríguez.
Antes del viaje a Roma, Bianco había adelantado la importancia de que Kicillof pueda informarle al Sumo Pontífice «la situación en la que se encuentra la Argentina y los temas de la provincia de Buenos Aires».
En ese marco, Kicillof viajó ayer a Italia para tener un encuentro privado con el Papa, quien pese a haberse reunido con el presidente Javier Milei, mantiene sus críticas a la gestión del libertario.
Al ser consultado por cómo se gestó el encuentro, Bianco contó que siguieron el protocolo formal, presentaron una nota solicitando la audiencia y que les respondieron formalmente estableciendo un horario puntual.
Una muy buena reunión, fue un encuentro muy importante para mí en lo personal. El Papa Francisco fue muy cálido, afectuoso y muy preciso en sus definiciones en lo que respecta a la necesidad de tenderle la mano a quienes más lo necesitan.
Sobre la reunión en si, el mandatario bonaerense expresó: «No lo conocía personalmente, y hoy tiene un papel muy importante, es un referente internacional en un momento donde es muy necesario tener esa mirada en una época de crisis, guerra, y del surgimiento de la extrema derecha. La voz del Papa es muy importante y muchas veces está sola, suena incluso discordante y por eso es muy necesaria».
Kicillof agregó: » Compartimos información sobre la situación social de la Argentina, que él conoce en detalle. Las políticas de Milei impactan en los más vulnerables, en la industria nacional, y en el desempleo que está creciendo. Le comenté las acciones que está llevando adelante la provincia de Buenos Aires para sostener lo que veníamos haciendo, actualizarlo por el impacto en los precios de los alimentos», cerró
(Diario de Rivera)