Avon Products, Inc. (API), la compañía holding que controla las operaciones internacionales de la marca de cosméticos Avon, inició de manera voluntaria un proceso de reestructuración financiera bajo el Capítulo 11 del Código de Bancarrota de Estados Unidos. La solicitud fue presentada ante el Tribunal de Quiebras del Distrito de Delaware, con el objetivo de gestionar su deuda y resolver disputas legales relacionadas con el uso de talco en sus productos.
Aunque API no vende productos en Estados Unidos desde que cedió su negocio en Norteamérica en 2016 a la firma privada Cerberus Capital, sigue siendo responsable de la gestión de la marca en otros mercados globales. Según informó Avon en un comunicado, las operaciones internacionales de Avon no se verán afectadas y continuarán funcionando con normalidad.
The Avon Company, la actual marca Avon en Estados Unidos, que pertenece a LG Household & Health Care, tampoco está involucrada en los procedimientos del Capítulo 11, según informó la empresa.
Natura & Co, el grupo brasileño que adquirió Avon en 2019 y es el mayor acreedor de API, manifestó su apoyo a la compañía. Natura se comprometió a proporcionar $43 millones en financiamiento como deudor en posesión (DIP), lo que garantizará la liquidez necesaria para que API cumpla con sus obligaciones durante el proceso de reestructuración.
Como parte de la solicitud bajo el Capítulo 11, los activos de Avon Products serán puestos a la venta, y ya tienen un acuerdo con Natura & Co para adquirir las participaciones accionarias de Avon fuera de Estados Unidos por u$s 125 millones. Esta operación está sujeta a un proceso de subasta supervisado por el tribunal. Natura también se comprometió a cancelar u$s 530 millones de la deuda existente de Avon.
No se espera ningún impacto en las operaciones de Avon fuera de los EU, que no forman parte del procedimiento del Capítulo 11. Esto incluye las operaciones en América Latina donde la marca Avon es distribuida por Natura.
Kristof Neirynck, director ejecutivo de Avon, dijo: “Seguimos centrados en avanzar con nuestra estrategia comercial a nivel internacional, lo que incluye modernizar nuestro modelo de venta directa y reactivar la marca para acelerar el crecimiento”.
Al igual que Johnson & Johnson, API enfrenta cientos de demandas por sus productos de talco y acumula 225 millones de dólares en costos defendiéndose de demandas por lesiones personales y pagos de acuerdos. Hasta la fecha, su deuda ronda los 300 millones de dólares.
John Dubel, presidente de API, afirmó que esta medida y la venta propuesta de las operaciones internacionales de Avon permitirán maximizar el valor de sus activos y gestionar sus obligaciones de manera ordenada. Por su parte, Kristof Neirynck, consejero delegado de Avon, destacó que la compañía sigue enfocada en avanzar en su estrategia comercial global, incluyendo la modernización de su modelo de venta directa y la revitalización de la marca para acelerar el crecimiento.
(Con información de El Economísta)