El teléfono de María Cantero, secuestrado en la causa por corrupción de los seguros, fue el disparador para que se conociera que Fabiola Yañez estaba siendo golpeada por el ex presidente Alberto Fernández. Parte de esos diálogos y las fotos de los moretones quedaron expuestos en los últimos días. Pero Infobae accedió al crudo de las conversaciones entre la entonces primera dama y la secretaria del ex mandatario que revelan en detalle cuál era el vínculo entre ambas y cómo llegó a pedir ayudar sobre lo que estaba pasando: desde las patadas cuando estaba embarazada hasta agarrarla del cuello porque le recriminó un intento de infidelidad con una amiga suya. Cantero deberá declarar como testigo en los próximos días bajo juramento de decir verdad.
El contacto que quedó bajo la lupa de la justicia, en esta investigación, comienzan a finales de junio. El dato es clave porque también muestra con qué habitualidad hablaban la entonces primera dama y la secretaria de Fernández. Es Fabiola la que saluda a Cantero desde su nuevo teléfono. La secretaria aprovecha para elogiarla (”que bien te vi recién, estabas impecable”) y le dice que en la semana pasaría a darle “unos besos por Olivos”.
El 14 de julio del 2021 vuelven a hablar: “FELIZ CUMOE FABY QUERIDA (sic)”, dice María Cantera acompañado del emoji de un corazón. “Que se cumplan todos tus deseos. Te quiero un monton: Si pedis tus deseso, trata de que no me quede sin Jefe”, le dice con una carita sonriente. “Jajajajajaja”, es la respuesta de Fabiola. Se manda un archivo adjunto y María Cantero responde: “Qué desgraciado”. Unas horas después, Cantero le dice “Faby te mando un regalito con el jefe”. “Pasala lindo. Te mereces todo”.
Al día siguiente, la secretaria le pregunta cómo la había pasado y Fabiola le agradece el regalo. Se trata de unas piezas del joyero de Cantero (”Nacho”) y Cantero no solo le recomienda “guardar los cartoncitos” de la garantía sino que le pide unas fotos para mostrársela. “Te quiero y es hermoso lo que me regalaron”, dice la primera dama con muchos corazones. “Igualmente para vos Faby sos una mujer increíble y te quiero un montón. Ojalá podamos vernos pronto”.
Los mensajes que quedaron en el foco judicial ocurren el 12 de agosto. Es María Cantero la que inicia el diálogo con un “Hola Faby. Quiero que sepas que contas conmigo para lo que necesites. Hablar, gritar, putear o cagarnos de risa. Lo que quieras. No permitas que ningún hdp te baje el ánimo o te entristezca. Todo pasa y vos tenés muchas cosas buenas por hacer. Te quiero mucho y acá estoy”.
“Solo quiero un poco de alegría María!!!”, responde la entonces pareja del presidente. Envía un adjunto. “Te quiero, gracias siempre”, le dice. La secretaria vuelve a mostrarle su apoyo. “Gracias María!!! No sabés que lo necesito en esto en este momento. Te lo digo llorando. No aguanto más esto”.
“Faby ninguno de estos personajes vale una lágrima tuya”, le dice la secretaria. “Sos fuerte inteligente y hermosa. Y el sostén del hombre más importante. Siempre van a buscar con que joder. Tenés un lugar muy im (sic) donde podes hacer muchas cosas buenas y más boludeses (sic) que digan no te lo pueden sacar”
“Y si ese hombre te golpea”, dispara Fabiola. “Con muy (sic) llanto te digo esto. El sabe que yo podría estar embarazada e igual me golpeó. No se qué más decir ni a quién aferrarme”
MC: —Vos tenés que estar bien Faby.
FY: — Anoche me pegó
MC: — Todo esto es una locura
FY: — Hoy me agarró del cuello. Y sabiendo que puedo estar embarazada me pegó una patada en la panza
MC: — Cuando quieras voy a verte y hablamos, yo he (sic) muchas cosas Faby. ¿Estás embarazada?
FY: — Creo que sí
MC: — Es una bendición eso Fabiola. ¿Él sabe?
FY: — Porque lo hicimos. Todo a conciencia y por in vitro. Él lo sabe
MC: — Entonces? Él siempre quiso.
FY: — No puedo creer cómo se comporta. En dos días me pegó tres veces.
MC: — Yo perdí un embarazo en 2009 y él me dijo que me hiciera un tratamiento para tener uno. Yo no quise. No puedo creer lo que me decís
FY: — Yo tampoco
MC: — Preservate. La estoy pasando muy mal. Pero no justifica eso jamás.
En otro momento, Fabiola le dice “por qué tiene que llegar y lastimarme y golpearme”. Cantero le contesta que “nunca” al entonces presidente lo escuchó “hablar con alguien con el cariño que lo hace con vos”. “Pero en la práctica no es igual” y agrega: “Me agarró del cuello”, “me sacudió los brasas (sic) y tengo moretones. Me pegó un día en la cara y tengo el ojo negro”. Añadió: “No es una. Son muchas”.
Cantero le contesta “cuando esté así, preservate” y le agrega que “no está bien”. Allí Fabiola le envía la foto del ojo en compota. “¿Esto es ahora? No hablaste con nadie?”. Ahí le responde con la foto del moretón en el brazo. “Esto fue hace un mes y lo ultimo fue hace meses”, agrega la entonces primera dama
La conversación sigue y Fabiola agrega: “Y hoy sabiendo que puedo estar embaraza me dio una patada en la panza después de ayer me dio un cachetazo y hoy además me agarró del cuello. Qué hago yo con esto?”. “Tenemos que hacer algo”, le dice Cantero. “Tengo que encontrar la forma de poder llegar a vos y que él confíe que puedo ayudarte en algo”. “A vos te parece que yo siendo leal y jugándomela toda me merezca esto?. La secretaria le responde con una negativa y Fabiola le dice que no habló con nadie. “Tiene una forma de ser tan difícilmente Fabiola”, agregó.
La secretaria le recomienda que no le cuente que hablaron. Y Fabiola insiste: “pero te digo que anoche me quizo (sic) ahorcar solo porque le dije una verdad y era que él estaba coaccionando a una conocida mía par que se acueste con él”. Eran ya las 23.46 del 12 de julio del 2021. Fabiola le cuenta que su amiga le mostró los mensajes. “Y cuando se lo dije que quizo (sic) ahorcar. Tamos todos locos”
La secretaria le contesta “Fabiola sabes la cantidad de cosas que hablan al pedo?”. Y añade: “Tengo 31 años trabajando con él y no soy estúpida ni una mujer que necesito trabajar, solo lo hago para acompañarlo. Por eso te dije que puedo ayudarte”.
“Yo te digo que todo esto te lo puesto mostrar”, subraya Fabiola. Cantero responde que ella es secretaria “pero me respetan” porque si no se va. “Yo también quiero irme”, dice Fabiola. “Pero solo lo perjudicaría”. Cantero insiste en ir a verla y que le pregunte a Alberto si puede visitarla. “No solo lo perjudicas sino que sería un desastre”. Vuelve a insistir en visitarla (”y me mostras tu vestidor” le dice con un emoji de sonrisa”. “Ayudame con Dany y no le digas nada sobre lo que hablamos”. Dany es Daniel Rodríguez, el intendente de la quinta de Olivos y otro de los que tendrá que declarar como testigo en los próximos días como testigo.
Se despiden de madrugada prometiendole que al día siguiente la llamaba. “Hola buen dia”, le dice Cantero minutos antes de las 10 de la mañana. “Es que está mal. No lo defiendo pero no es así, está muy mal él. Algo está pasando Faby”. Fabiola le responde: “Genial pero ni vos ni nadie se saca porque sí y te pega cuatro veces en dos días”.
“No Faby genial nada, nadie te tiene que levantar la mano. Cuando te vea te voy a contar mi experiencia con un animal por el cual me vine a vivir a BsAs. Tenía 14 años yo. Hasta los 18 vivi un infierno”, le dice. El 14 de agosto vuelven a mandarse archivos y Cantero le promete: “yo te regalo la camiseta de Boca que Alberto detesta”. La secretaria sondea “cómo está todo en Iguazú”. Fabiola le responde “que salió todo perfecto” y que Alberto ya está rumbo a Buenos Aires pero ella se queda en unos días en Misiones. “¿Hasta que se calme todo?”, sugiere Cantero. Fabiola responde que evaluaba quedarse unos dias. “Si un poco de calma para todos”, agrega. “Todo va a estar bien, si necesitas algo me avisas”, cierra la secretaria.
Ese mismo dia, a las 23.33, Cantero vuelve a hablarle “Hola Faby. Me mandaron esta foto. ¿Voy a ser tía?”. Fabiola le responde otra cosa. “Hoy le preg (sic) al Jefe si voy a ser tía por una foto que salió en el diario”, insistió al día siguiente. Y agrega “Me contestó en seguida” y añadió “me dijo que ojalá salga todo bien”, que “hay que ser cauto”.
“Lo que te puedo decir es que si hicimos una fertilización in vitro”, le responde Fabiola. Cantero añade “aproveché para decirle esto mirá `te quiero tanto y los dos se merecen solo cosas buenas. Cuidala mucho. Ella tiene que cuidarse mucho, hay que cuidarla a Faby’. A vos te digo va a estar todo bien”.
Vuelven a hablar el 21 de septiembre de 2021. El día anterior Alberto Fernández les había tomado juramento a los nuevos ministros, tras la crisis desatada por la derrota en las elecciones PASO de medio término que desató una fuerte interna con el sector de Cristina Kirchner: “No me van a ver atrapado en disputas internas e innecesarias”, decía.
Ese día, Fabiola le dice a la secretaria de su pareja que Alberto Fernández le dijo que empiece a ir dos o tres veces por semana a Gobierno. “¿Hay una oficina para que pueda hacer reuniones?”, le pregunta a la secretaria. Cantero se alegra de “tenerla más cerca”. Y le cuenta: “no sabés que triste ayer lo de Santi” Cafiero, que asumía en Cancillería. “Lo bueno de Santi en Cancillería es que Alberto va a querer vialar más seguido”, agrega. Fabiola piensa en Ginés González García. “Ayer lo vi un poco mejor al Jefe -dice Cantero- Aníbal lo hizo reír”. Aníbal es Aníbal Fernández. (Infobae)