Una carrera digna de una pelea por el campeonato ejecutó el piloto oriundo de Salliqueló Bautista Oliva (Satorra Competición) para lograr su primera consagración en la Fórmula 3 Metropolitana. El piloto de Salliqueló terminó tercero y se aseguró de estar siempre por delante de su compañero de equipo pero rival en el torneo Máximo Evans Weiss, quien finalizó cuarto.
Fue un gran avance para quien finalmente quedó segundo en los playoffs, teniendo en cuenta que largaba desde la undécima posición y ante una situación de pista muy complicada por la lluvia en el «Roberto Mouras» de La Plata, escaló y quedó a tiro del líder de la temporada.
Oliva, por su parte, largaba segundo y aunque tuvo que ceder con un Cristian Galeano que venía progresando desde la quinta ubicación, se sostuvo siempre en los puestos de podio que le aseguraban el campeonato a bordo de la unidad que atiende el equipo comandado por Gabriel Satorra.
La última carrera del año fue ganada por Gianfranco Barbara, que el sábado había hecho la «pole position» que le aseguraba la posición de privilegio en la largada. En una competencia interrumpida y que finalmente terminó por tiempo antes las reiteradas neutralizaciones, el representante porteño retuvo a Galeano y logró el triunfo.
Salliqueló festejó junto a Bautista Oliva
Pasada la medianoche, Oliva llegó al arco de ingreso al Acceso Centenario y fue recibido por un grupo de vecinos que lo esperaba para felicitarlo y escoltarlo en caravana haciendo sonar las bocinas de sus vehículos.
Metros antes de la intersección con la calle Brasil y con la Copa en la mano, se subió al autobomba de los bomberos voluntarios y emprendió el ingreso a la ciudad, rodeado por una enorme cantidad de familiares, amigos y seguidores que se concentraron en el sector previo a la rotonda de los novillos para aguardar por su llegada.
El autobomba recorrió las calles con el campeón a bordo saludando, seguido por una extensa caravana de automóviles, camionetas y hasta camiones que hacían sonar sus bocinas para festejar. Luego de unos minutos, la esquina de 25 de Mayo y Pueyrredón se transformó en el epicentro de la celebración, con bombos, redoblantes, banderas, espuma, brindis, cánticos y abrazos.
Visiblemente emocionado, el joven automovilista compartió su felicidad con cada persona que se acercó a saludarlo y felicitarlo, agradeciendo las muestras de afecto y apoyo que recibió durante el transcurso de este año de competencia que logra cerrar de la mejor manera, levantando la copa junto a los vecinos de su ciudad. (Campeones y Veradia)