Una vecina de Coronel Pringles que acusa a dos personas de haberla estafado, se encadenó en la vía pública y el hecho demandó la intervención policial.
«No me muevo de acá hasta que no me den la plata», reclamó Lorena Martínez, sentada en una reposera frente a un comercio ubicado en plena avenida 25 de Mayo, a una cuadra de la plaza principal y del municipio.
La mujer portaba una pancarta que identificada a los presuntos deudores como Romina Flores y Lucas Currulef.
Martínez contó que los conoció hace más de un año, a través de un contacto que tenía en una iglesia evangélica, y que luego de generar confianza le solicitaron dinero prestado.
En principio, Lorena, junto a su hija, les prestaron 2.400 dólares para hacer «negocios», pero luego las personas fueron más allá solicitandole una casa que tenía, a la venta, en la ciudad de Pringles.
«Siempre hablaban de la misión de Dios. Van al negocio -tienen una despensa- y me proponen un contrato, me dicen: te firmamos un pagaré, nos das la casa, la vendemos, usamos ese dinero para hacer negocios y todos los meses te damos 3.000 dólares por mes», relató.
La mujer accedió, las personas pudieron vender la casa pero el dinero, según aseguró, nunca apareció.
La mujer sostuvo que la deuda, hoy, asciende a 45.000 dólares y que hará la denuncia en la fiscalía.
Personal policial se presentó en el lugar e intercambió palabras con ella, para convencerla de que realice la correspondiente denuncia (La Nueva).
