El Gobierno arranca diciembre con una agenda de negociaciones que no puede postergar. La demanda por actualización de salarios tras la inflación de octubre, lo números complicados que se esperan de noviembre y la suba que trae cada diciembre gatillaron reclamos de reapertura de paritarias y pedidos de bonos extra que comenzaron a golpear desde hace unos días la oficina de Claudio Moroni.
A esa lista hay que agregar un reclamo extra: el camionero Hugo Moyano adelantó que negocia un bono de fin de año indexado al 50 % con relación al 2020.
Ya se sabe que diciembre es un mes complicado para las empresas que deben pagar el medio aguinaldo y hacer frente también a la liquidación de extras como vacaciones.
A su vez, algunos trabajadores y trabajadoras percibirán aumentos de sus salarios al mismo tiempo que algunos gremios comenzarán las revisiones de acuerdo a la inflación.
Por ejemplo, la Federación Gremial del Personal de la Industria de la Carne y sus Derivados y la Cámara de Consorcio de Exportadores ya acordaron el pago de un bono de fin de año de $20 mil en concepto de gratificación, informó el sindicato.
Algunos sectores tienen que pagar la última cuota de aumento de paritarias que ya están acordadas.
Ahí están empleadas domésticas, Empleados de Comercio, Petroleros, fuerzas de seguridad y docentes.
Luego se suman los sindicatos que ya pidieron la reapertura de paritarias. Ahí están confirmados los gremios docentes porteños, los educadores bonaerenses, panaderos y aceiteros. Este último gremio tiene un termómetro especial aparte ya que se trata de un sector exportador: consiguieron una suba de 48,5% anual y ahora van por la reapertura antes de comenzar a negociar el 2022.
Desde hace meses el Ministerio de Trabajo reivindicó que cualquier paritaria que “empate o pierda” respecto al incremento sostenido de precios deberá reabrirse. Fue la premisa asumida de “salarios por encima de la inflación” que expresaron tanto Alberto Fernández como diferentes funcionarios.
Camioneros, como se dijo, considera que tiene el “derecho adquirido” de cobrar su clásico bono a fin de año. Algo parecido sucede con los trabajadores rurales que reclaman un bono de fin de año de $50.000.
Al mismo tiempo el Gobierno ya analiza, chequeando caja continuamente, un bono de fin de año para reforzar planes sociales y AUH. El impacto de la suba de precios manda y la Casa Rosada sabe que es imprescindible para mantener un diciembre en calma.
Juan Zabaleta piensa en un bono de $8.000 pesos, lo que sería similar al 50% de un plan Potenciar Trabajo. Es decir, funcionaría como un aguinaldo extra que reclaman los piqueteros oficialistas.
Los aumentos en paritarias hoy no le quitan el sueño al Gobierno ya que los vino convalidando durante todo el año. El problema son los números que deben negociar con Martín Guzmán para asegurar el bono social. (Ambito)