«No estamos dispuestos a validar un ajuste sin precedentes que recae únicamente sobre los trabajadores/as, los jubilados/as y que afecta al pueblo en su conjunto», argumentó en un comunicado el gremio de los trabajadores de los bancos encabezado por Sergio Palazzo.
En ese sentido, explicaron: «Consideramos que el ajuste lo deben pagar los poderosos, el poder real, los grandes grupos económicos, los que siempre e históricamente fueron los mayores beneficiados en la Argentina y que ahora, en su voraz y desmedido apetito, pretenden siempre más».
A su vez, remarcaron que «el Estado debe garantizar la igualdad y proteger siempre al más débil, para que no se vean cercenados sus derechos».
Por lo tanto, apuntaron: «No se está en igualdad de condiciones si nadie regula ni garantiza equilibrio en una negociación entre partes, cualquiera sea la índole».
La Asociación Bancaria se mostró «en contra de todas y cada una de las medidas anunciadas y propuestas por el Gobierno» y justificaron que es porque «implican pérdidas de derechos, de puestos de trabajo, de independencia económica, sumado a privatizaciones indiscriminadas (en el caso de los bancarios/as nos toca de lleno con el Banco Nación y todas sus empresas vinculadas, Banco BICE y Casa de la Moneda)».
«Consideramos que es un avasallamiento a la Constitución Nacional y un sinfín de atrocidades que pretenden desregular la economía en nombre de la libertad, teniendo como único objetivo realizar un salvaje ajuste que afecta a todo el pueblo argentino en beneficio de unos pocos privilegiados», agregaron.
Luego, detallaron que se adhieren al paro nacional a partir de las 12 horas del 24 de enero, con posterior movilización al Congreso.