“Soy un señor mayor tirando a viejo, vengo de una larga posguerra y de una familia humilde que me dio lo mejor que se le puede dar a alguien. En el camino azaroso fui encontrado las razones para seguir adelante, con el impulso de los sueños llegué hasta aquí. Me alegro mucho de la vida, me siento querido y respetado”. Las palabras de agradecimiento de Joan Manuel Serrat sonaron en el solemne auditorio en el que se entregaron este viernes los Premios Princesa de Asturias. Que en el rubro artes recayó sobre el cantautor catalán, de 80 años, prácticamente retirado de los escenarios.
Sin embargo, los presentes y todos los que siguieron la ceremonia por streaming tuvieron el premio de escucharlo interpretar, para cerrar su intervención, Aquellas pequeñas cosas. Una bellísima y ya clásica canción de su autoría, grabada en el disco Mediterráneo, de 1971, que medio planeta de habla hispana puede cantar de memoria: “Son aquellas pequeñas cosas/Que nos dejó un tiempo de rosas/En un rincón/En un papel/O en un cajón”.
A sus 18 años, la princesa Leonor recibió el micrófono de manos de su padre, el Rey Felipe VI. “Nuestros premiados proyectan el valor necesario para vencer el desánimo y la desesperanza”, dijo. Palabras que se escucharon en boca de varios de los premiados: la ilustradora y realizadora iraní Marjane Satrapi, autora de Persépolis, o la Agencia Magnum Photos, que se llevó el Premio a la Concordia.
“Creo en la tolerancia y en el diálogo como la única manera de resolver los asuntos justamente, en la libertad, en la justicia y la democracia, valores que van de la mano —dijo Serrat—. Les confieso que no estoy conforme con el mundo y el tiempo que me tocó vivir: recientemente vivimos en un tiempo contaminado, hostil, insolidario, donde todo tiene un precio. No me gusta ser testigo de atrocidades sin unánimes y contundentes respuestas, no me conformo al ver los sueños varados en la otra orilla del río. Cuándo llegará el tiempo de vendimiar los sueños al ver a los amigos partir antes de cosecharlos. Me gustaría dejar un buen recuerdo cuando desaparezca, espero haber sido un hombre agradecido con la vida y mis semejantes. Agradezco el camino con quienes lo han compartido conmigo, sobre todo a mi mujer, a mis padres, mis hijos y mis nietos, que son mi mayor orgullo”, dijo el Nano.
Fue una ceremonia especialmente emotiva, que quedará en la historia. Por el nuevo protagonismo de la joven infanta de la corona española, por Serrat, y por la conexión entre los dos durante la entrega de premios en Oviedo. Ella lo emocionó entonando versos de Serrat en catalán (Pels voltants de setembre, abans que arribi el fred, compren el seu billet per al tren de l’esperança) y explicó: “Este verso lo escribió Joan Manuel Serrat hace 60 años. Está en la canción ‘Els veremadors’, los vendimiadores, escrita en catalán y un homenaje a aquellos que se veían obligados a dejar su hogar para ir a vendimiar lejos de casa. Joan Manuel Serrat es mucho más que un referente artístico para varias generaciones a las que ha hecho felices. También ha mostrado su compromiso con la democracia y la tolerancia”.
La presencia de Serrat en la Argentina volvería a confirmarse pronto. No ya con fechas de conciertos, sino como invitado especial del Festival Fontanarrosa, que sucederá desde el 22 de noviembre en Rosario, en el centro cultural que lleva el hombre del humorista, escritor y dibujante rosarino, amigo entrañable del catalán. Un homenaje que se proyecta para celebrar los ochenta años del nacimiento del Negro Fontanarrosa, y que Serrat no ha querido perderse.
(TN)