Tras las quejas de ciudadanos que se acumulan a diario en las en redes sociales, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires decidió empezar a aplicar un ‘protocolo de higiene urbana’ que apuntará a tratar de neutralizar los malos olores que se generan en las cercanías de los contenedores de residuos. ¿El método? Rociarlos con una solución con perfume de limón. O como lo llaman en las oficinas porteñas: “líquido inhibidor de olores”, denominado Odormatic, con el qeu se espera terminar con la penosa cuestión actual, en la que hay lugares irrespirables.
El trabajo ya está en marcha. Las 15 comunas están siendo visitadas por trabajadores del sector. En total son 33 mil los contenedores que serán aromatizados. Se llevan a cabo esas tareas con la utilización de mochilas pulverizadoras. Todas ellas, con capacidad de 16 litros. No habrá “distinción”: el protocolo se aplicará tanto a contenedores de residuos comunes como aquellos destinados a materiales reciclables.
Sobre el proyecto, explicó más el Ministro de Espacio Público e Higiene Urbana, Ignacio Baistrocchi: “Sabemos que durante el verano el olor de la basura puede ser más intenso que durante el resto del año, por eso sumamos esta iniciativa que busca neutralizar e inhibir los potenciales malos olores de los contenedores”
Sin embargo, el funcionario determinó que, independientemente de las acciones que pueda tomar el gobierno porteño para que la situación se normalice y nadie experimente olores desagradables, “es necesario que los vecinos colaboren” y recordó que es fundamental sacar la basura en bolsas cerradas entre las 19 y las 21 horas, excepto los sábados, y depositarla dentro de los contenedores negros o grises.
Cada contenedor es sometido a un proceso de lavado al menos una vez cada 15 días. Según los vecinos porteños, esto podría ser insuficiente. Además, el servicio de higiene urbana incluye la recolección diferenciada de residuos áridos, verdes y voluminosos, los cuales, por sus características, no pueden ser transportados en los camiones convencionales.
En el contexto de esta gestión, se reemplazaron 2.400 contenedores de carga lateral de color negro, lo que no solo mejoró la infraestructura del sistema, sino que también optimizó la frecuencia de su lavado, garantizando un servicio más eficiente y limpio para los ciudadanos, según explicaron desde el Gobierno.