En el marco del Día Mundial de la Obesidad y en la previa del 8M, cuando las discusiones sobre las mujeres en la política pasan más por su apariencia que su trabajo, la exgobernadora María Eugenia Vidal dejó una reflexión sobre la violencia mediática y política ejercida sobre ella.
Con una recopilación de fotos de ella a lo largo de los años, la diputada nacional del PRO marcó que “en muchas etapas, tuve altibajos en mi peso, ligado a lo que estaba viviendo, que se reflejó en mi salud”.
“No solo lo que me marcaba la balanza, sino también es como me sentía y cómo me daban los análisis, por ejemplo, de colesterol”, explicó.
La exmandataria bonaerense reconoció que desde su adolescencia sufre problemas de salud que afectan la variación de su peso, por lo que hace una década que comenzó a cambiar hábitos para tener una vida más saludable.
Allí fue cuando Vidal puso el foco en la violencia de género, tanto mediática como política, ambas tipificadas en la ley nacional 26.485, y criticó que en varios episodios se haya reparado en su apariencia y no en su trabajo como mujer de la política; algo que no ocurre con los varones en ese mundo.
“Durante la última campaña, en muchas ocasiones, noté que el foco no estuvo puesto en lo importante, sino que la discusión pasaba por cuántos talles había aumentado, si la remera me quedaba apretada o si ese pantalón no me favorecía”, subrayó.
En ese punto, reconoció que esos mensajes solo contribuyeron a su malestar emocional.
“Yo ya lo sabía, no era la primera vez en mi vida que mi cuerpo cambiaba, y esos comentarios solamente me hicieron sentir peor. Porque los comentarios, siempre llegan”, sostuvo.
Finalmente, en el cierre de su descargo, la diputada remarcó que “todos los cuerpos son reales y detrás de cada cuerpo hay una persona, que sufre y siente la presión de cumplir con los estereotipos”.
“En todas esas fotos, mi cuerpo cambia, pero nunca dejé de ser yo”, cerró. (Infocielo)