
La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner afirmó en la noche del sábado que “el Partido Judicial le pidió 12 años de condena por cada uno de los mejores años que vivió el pueblo argentino”, y remarcó que hubo desde el martes manifestaciones en todo el país de apoyo a su figura, pero que en “el único lugar donde se produjeron escenas de violencia fue en la Ciudad de Buenos Aires”.
“La violencia fue provocada por odio al peronismo. No toleran el amor y a la alegría de los peronistas”, señaló la mandataria al hablar esta noche, pasadas las 22, en un escenario montado en la esquina de Uruguay y Juncal, tras la represión que llevó a cabo la Policía de la Ciudad de Buenos Aires contra manifestantes que se manifestaban en el lugar.

«Los violentos no somos nosotros. Durante la pandemia colgaron bolsas mortuorias. Hay gente que quiere e exterminar al peronismo y no tolera que la gente se exprese. La violencia de hoy fue provocada por el odio al amor peronista», remarcó Cristina Fernández desde un improvisado escenario montado en la esquina de Juncal y Uruguay, donde la exmandataria habló luego de una jornada cargada de tensión y tras el retiro del lugar de los efectivos policiales que habían reprimido a los manifestantes en horas de la tarde.
«Hay demasiada sangre para que sigan amenazando. Aunque viva mil años no me van a alcanzar los años para agradecerles. Vayamos a descansar, ha sido un largo día», subrayó la Vicepresidenta en el final de su alocución, que cerró afirmando «los quiero mucho, siento que cada uno de ustedes es un poco hijo mío, y yo también me siento madre de todos ustedes, los quiero mucho, con el corazón».
Minutos antes del discurso de Cristina Fernández, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, en una conferencia de prensa había pedido que la expresidenta «asuma la responsabilidad para que los manifestantes se retiren» de la zona y destacó el accionar de los efectivos de la Policía de la Ciudad en la represión a los manifestantes.
Esas declaraciones se produjeron al término de una reunión entre los ministros del Interior, Eduardo «Wado» de Pedro y de Seguridad, Aníbal Fernández, y el secretario de Justicia, Juan Martín Mena, con el ministro de Seguridad porteño, Marcelo D’ Alessandro, y el de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Jorge Macri.
Por su parte, el presidente Alberto Fernández había expresado antes su «más enérgico repudio a la violencia institucional desatada por el Gobierno de la Ciudad frente a una masiva manifestación de ciudadanas y ciudadanos expresándose en libertad y en democracia», tras la represión de la policía porteña a militantes que se habían congregado en cercanías del domicilio de la Vicepresidenta.
Las distintas expresiones del FdT realizaron encuentros y movilizaciones en distintas plazas del país, con epicentro en la ciudad de Buenos Aires y distintos municipios del conurbano bonaerense, en respaldo de la Vicepresidenta, luego de que el fiscal de la causa conocida como Vialidad pidiera para la exmandataria 12 años de prisión e inhabilitación para ejercer cargos públicos.
