El trabajador de un hiper para el hogar de la localidad bonaerense de La Plata estaba acomodando los changos en el estacionamiento del lugar y en uno de ellos había un bolso. Pero no un bolso cualquiera: tenía más de un millón de pesos y muchos dólares. El joven no dudó y optó por devolverlo a sus dueños, quienes quisieron recompensarlo con dinero en efectivo: «No lo acepté porque no era mi plata», contó Lautaro González, protagonista de esta historia.
