Epecuén: Resiliencia y belleza en un destino único
En diálogo con el sitio bahiense CaféXMedio, Viviana Castro, guardaparques y oriunda de Epecuén, compartió su experiencia y reflexiones sobre el emblemático lugar que se convirtió en un destino turístico que combina historia, naturaleza y resiliencia.
A 39 años de la inundación que marcó su historia, las ruinas de la antigua villa continúan sorprendiendo y emocionando a quienes las visitan. “Aún en ruinas, Epecuén genera una energía muy particular”, comentó Castro, quien vivió allí hasta los 20 años, antes de que el agua cubriera la villa turística. “No necesitamos ir hasta el Mar Muerto en Israel para disfrutar aguas como las nuestras. Está todo aquí, tan cerca, con paisajes y una oferta turística diversa que incluye sierras, termas y lagunas”, destacó.
Turismo de bienestar y salud
Las aguas de la laguna de Epecuén, famosas por sus propiedades curativas, siguen siendo uno de los mayores atractivos de la región. Según Viviana, estas aguas ofrecen un “combo perfecto” para los visitantes. “Alivia dolencias y genera un bienestar único”, expresó con entusiasmo.
Una historia de resiliencia
El 10 de noviembre de 1985, una inundación transformó para siempre la vida de los habitantes de Epecuén. Sin embargo, este hecho también marcó el inicio de una etapa de aprendizaje y creatividad. “Parece que fue ayer, pero ya pasaron casi 40 años”, reflexionó Castro, quien adelantó que se están planificando actividades especiales para conmemorar el 40º aniversario el próximo año.
Lejos de inspirar tristeza, Epecuén se ha convertido en un espacio cargado de energía y belleza distinta. “Queremos que todos sepan que aquí vivieron más de 6.000 personas y que la villa recibía a más de 30.000 turistas por temporada. Era nuestro propio Mar del Plata”, recordó Viviana.
Un destino activo todo el año
La actividad turística en Epecuén no se detiene. Entre las propuestas destacadas, este año se reprogramó una cabalgata conmemorativa organizada por la agrupación Mate y Guitarra, que será parte de la inauguración de temporada. También el tradicional Bailódromo, que celebra 18 años llenando las calles de Carhué de música, baile y cenas al aire libre.
“La eco-playa y los guardavidas ya están listos, y las calles están ornamentadas con un árbol seco de Epecuén, símbolo de nuestra identidad y resiliencia”, agregó Castro.
La belleza de lo distinto
Con el lema “Carhué, la belleza de lo distinto”, Viviana invitó a descubrir este rincón único de la provincia de Buenos Aires. En Epecuén, las ruinas no solo evocan el pasado, sino que también se convierten en un puente hacia la creatividad, la esperanza y la conexión con la naturaleza. “La gente de Epecuén es como el ave fénix: resurgimos de nuestras cenizas”, concluyó con orgullo.
(Cafe x Medio)