Diego y su pareja eligieron pasar las primeras horas del año en la playa de Pehuen Co.
Realizó búsquedas en Facebook y hasta alguna publicación solicitando una propiedad para alquilar.
Un comentario de una persona que supuestamente tenía intenciones de ayudarlo terminó empujándolo hacia la estafa.
“Alguien me manda un mensaje dándome el dato de una persona para preguntarle. Le escribí y acordé alquilarle un departamento por dos noches. Le transferí 50 mil pesos y luego me pidió 20 más por otros conceptos que también le envié”, señaló.
Explicó que arribó a la localidad balnearia y que el sujeto con el que había acordado encontrarse para tomar posesión de la vivienda nunca contestó sus llamadas.
“Luego de algunas horas me manda un mensaje disculpándose y pidiéndome si le podía transferir 15 mil pesos porque se le había roto el auto y no había podido llegar. Me negué y le dije que primero me entregara la llave del departamento, incluso se hacía el enojado”.
A partir de allí nunca más pudo comunicarse con el supuesto locador.
“Me terminé comprando una carpa y me fui al Parque Municipal, porque estaba muy cansado, enojado y necesitaba descansar. Terminamos acampando cuando había pagado 70 mil pesos para estar cómodo. La pasé horrible”.
Comentó que luego pudo advertir que el estafador había cambiado la foto de su perfil y la descripción.
“No quiero que le pase a otra persona, es muy feo. Soy joven y me la banqué, pero le puede ocurrir a alguien mayor”.
Sin descanso
Las estafas con alquileres temporarios es un delito que se repite cada año y no se circunscribe exclusivamente a nuestra región, ya que este tipo de maniobras afecta a personas que desean vacacionar en distintos puntos turísticos del país.
Generalmente consiste en la publicación de un aviso -mayoritariamente en la red social Facebook- ofreciendo una supuesta propiedad, la captación de un interesado y el pedido de dinero a modo de seña, para finalmente, luego de recibir la transferencia de la plata, cortar la comunicación con el interesado.
Esta situación alertó hace tiempo a los responsables de sitios habilitados oficialmente o locadores reales, quienes formaron grupos en la red social para alertar sobre el tema, visibilizar los casos y brindar ofertas confiables.
No obstante los hechos se siguen dando y acumulando damnificados cada verano.
Mónica administra un grupo que reúne a propietarios de inmuebles ubicados en la comarca serrana y admite que constantemente alertan sobre este tipo de maniobras.
“A cada uno que busca le escribimos dándole algunos consejos para que no los estafen. También chequeamos quiénes están realizando posteos”.
Sobre las modalidades, indicó que “inventan una propiedad y la publican y en realidad esa casa no existe, o roban imágenes de una real y la utilizan para montar el engaño”.
Muchos de estos delincuentes suelen publicar avisos en grupos de distintos sitios turísticos del país y en gran parte de las ocasiones (no en todas) brindan celulares con características que no son de esos lugares.
“El 80% del problema es que la gente ve un precio y si le cierra avanza. No mira por ejemplo que el número es de otra provincia o tienen perfiles realizados en los últimos días, o directamente no tiene publicaciones”.
“Hay algunos perfiles que se puede ver que publican en grupos de distintas localidades turísticas o provincias, a veces hasta la misma foto. Hay que tomarse el trabajo de ver si ese perfil publica en otro lado, investigar un poco”, recomendó.
Por último, destacó que “lo ideal sería pedir una videollamada y que muestren la casa en tiempo real y, en la medida de lo posible, no transferir dinero a billeteras virtuales”.
Fotos robadas
“Tenemos con mis hermanos una casa en Monte Hermoso que alquilamos todas las temporadas para poder mantenerla. Las ofrecemos a través de grupos de Facebook, Mercado Libre o conocidos. Hace una semana un familiar nos avisó que había una persona que estaba ofreciendo nuestra propiedad con fotos que había sacado”, describió Laura.
“Lo busqué y encontré que había un montón de publicaciones de mi casa y otras propiedades. Avisamos en muchos grupos y en algunos lo bloquearon, pero en otros no nos dieron bolilla”, siguió diciendo.
Detalló que posteriormente el sujeto creó otro perfil con un nombre distinto, donde seguía ofreciendo los inmuebles. Ambos con un teléfono con característica de Tres Arroyos.
También dijo haber visto publicaciones realizadas por esta persona en Neuquén y recientemente en Mar del Plata.
“Al menos dos o tres me dijeron que los estafaron con las fotos de mi casa. Una de las personas le pagó el 50% del alquiler y desapareció, no le contestó más. Una mujer me escribió diciéndome que se salvó de ser estafada porque vio una de las publicaciones que hice advirtiendo lo que estaba pasando”.
Maniobra
María Eugenia alquiló en otros veranos a través de avisos hallados en Facebook, aunque en esta oportunidad la experiencia no fue agradable.
“Una persona que se presentó como una chica me dijo que tenía disponibilidad de comodidades y días para lo que necesitábamos en Monte Hermoso. Después me pasó el número de WhatsApp (con prefijo de Bahía Blanca) de quien supuestamente era su marido para terminar de realizar la reserva”.
“Me pasaron los datos y le transferí el 50% del alquiler. Al día siguiente me contactó y me dijo que había habido un malentendido entre él y su señora y que le habían alquilado el lugar a otras personas. Me indicó que me iba a devolver el dinero, pero ante mis cuestionamientos me dijo que si le cancelaba lo que restaba pagar me mantenían la reserva y no se la iban a alquilar al otro supuesto interesado”, detalló.
La mujer refirióo que comentó lo ocurrido a su familia y sospecharon que se trataba de un engaño, por lo que rechazó el ofrecimiento y solicitó la devolución del pago.
“Me dijo que sí, pero desde ese momento me bloqueó en el teléfono y en Facebook. La mujer también me había bloqueado”.
Afirmó que realizó la denuncia y llevó adelante las gestiones con Mercado Pago para poder bloquear el dinero transferido, aunque desde la plataforma le manifestaron que ya habían retirado la plata de esa cuenta.
También confirmó que la foto que utilizaban en el perfil la habían sustraído de otro usuario de la red social.
“La familia con la que finalmente terminé reservando, me dijo que están en varios grupos de WhatsApp y Facebook y que fue terrible la cantidad de personas que subían que habían sido estafados”, advirtió. (La Nueva)