
La partida física de Juan Sequeira ha dejado un profundo dolor en la comunidad riverense, como también en el mundo de la pelota, ya que fue una persona que vistió como jugador la camiseta de Independiente de Rivera y Deportivo Rivera, donde como jugador primero, entrenador y formador de juveniles después, se ganó el amor y el respeto de todos.

Su vida culminó como él deseó, trabajando en este ámbito, el fútbol y acompañando a los chicos de Deportivo Rivera.
El “Viejo”, como lo llamaban con afecto, dedicó su vida al deporte y al crecimiento de las divisiones formativas, convirtiéndose en un verdadero ejemplo de compromiso, respeto y pasión por la camiseta.

Su paso por Deportivo Rivera marcó distintas etapas, primero como jugador y luego como técnico, pero siempre con la misma vocación: formar personas a través del fútbol. Quienes compartieron cancha, vestuario o una simple charla con él, destacan su humildad, su amor por el deporte y su incansable empeño en transmitir valores.
Su afán de mantenerse en la actividad era profundo: muchos sabían que cada paso lo dio pensando en los valores del equipo, en incentivar a los jugadores, en ser referente para quienes lo acompañaban. Esa perseverancia lo definió como un formador de alma más que como un simple entrenador.

El «Viejo» dejó el plano terrenal este sábado a sus 77 años, luego de darle pelea a una enfermedad. Su legado quedará grabado en la memoria de generaciones de futbolistas riverenses que encontraron en Sequeira un guía y un maestro de vida.
Hoy, Rivera despide a un símbolo, pero su recuerdo seguirá vivo en cada entrenamiento, en cada partido y en cada joven que lleve consigo los valores que él enseñó.

















