Encorcetado por la altísima inflación y la necesidad de reducir el déficit fiscal, el Gobierno nacional está buscando herramientas para recortar subsidios energéticos y lograr con el doble objetivo de cumplir con lo pactado con el FMI y al mismo tiempo evitar la escalada de precios.
La idea de la segmentación se viene estudiando desde el último gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, cuando por el por entonces todopoderoso ministro de Infraestructura, Julio De Vido, lanzó la idea de “sintonía fina”.
Sin embargo por diferentes razones nunca logró cerrarse un programa eficiente y justo con esos parámetros y la decisión se viene postergando.
Pero en las últimas horas salió a la luz una propuesta en ese sentido a partir de un trabajo en conjunto realizado por el ENRE y el CONICET, que en estos momentos está en manos del ministro de Economía, Martín Guzmán.
El informe disecciona zonas de la Capital Federal y el conurbano a cuyos habitantes infiere con mayor poder adquisitivo a partir del valor de las propiedades en esa área. Los cálculos oficiales estiman que de implementarse este programa alcanzaría a 487.000 mil usuarios.
Los barrios porteños apuntados son Puerto Madero, Recoleta, Palermo, Belgrano y Núñez, una parte de Colegiales, algunas manzanas de Villa Urquiza, Retiro, Saavedra y Villa Devoto y una zona de elevado valor en Caballito. Allí estarían radicados unos 372.000, a quienes se sumarían unos 68.000 detectados en Vicente López y San Isidro y otros 48.000 residentes en 466 countries.
El trabajo propone que paguen la tarifa completa las propiedades con valor de USD3.700 el metro cuadro. También se quedarán sin subsidios usuario del sector en todos sus estratos y los comercios e industrias que consuman menos de 300 Kw y desarrollan actividades que se caracterizan por “tener precios dolarizados o financiamiento externo, que poseen elevada rentabilidad y/o pertenecen a mercados no transables (por lo que no tienen competencia con el exterior)”.
Estas actividades alcanzan al sector financiero; concesionarias de autopistas; transporte ferroviario urbano y suburbano de pasajeros; generación, transporte y distribución de electricidad y transporte y distribución de combustibles gaseosos; servicios de organizaciones y órganos extraterritoriales (embajadas), y juegos de azar y apuestas.
En el documento que se dio a conocer hoy, el ENRE reitera la voluntad de que el aumento de tarifas de energía para 2022 sea del 20% y por única vez.
El organismo explicó que en una primera etapa la segmentación se concentra en el AMBA porque es donde se concentra el 40% de los usuarios totales pero adelantó que la idea es que se extienda a todo el país.
Asimismo, aclaró que los beneficiarios de la Tarifa Social no recibirán ninguna clase de aumentos.
El ENRE señaló que conformó el listado a partir del cruce de información con ANSES, ARBA y el Sistema de Identificación Tributaria.
El organismo indicó que se llegó a la propuesta a partir de “la aplicación de métodos de estadística espacial” por los cuales se identificaron zonas “homogéneas y compactas del AMBA en las que los inmuebles presentan un mayor valor relativo”.
No obstante aclaró que así “se permite inferir, con un reducido margen de error, que quienes residen en éstas áreas cuentan con ingresos y patrimonios relativamente elevados con relación al conjunto del AMBA”. (NA)