Los incendios sin control que azotan la provincia de Corrientes quemaron el 40% del Parque Nacional Iberá, donde la Fundación Rewilding evacuó animales en peligro de extinción y prepara planes de contingencia para evitar mayores daños a la fauna autóctona y a aquellas especies reintroducidas en los últimos años.
“Es muchísimo. Es una estimación bastante ajustada hecha en base a imágenes de satélite que detecta zonas quemadas. Incluso, eso fue hasta la semana pasada. No computa todo lo que se quemó el lunes y hoy en Rincón del Socorro y lo que ha avanzado el fuego entre San Nicolás y San Alonso, así que probablemente sea mayor” el porcentaje, dijo el director de Conservación de la Fundación Rewilding Argentina, Sebastián Di Martino.
Y afirmó: “El lunes casi se prende fuego el casco de la Fundación y la hostería. Se salvó todo por los cortafuegos. Hubo mucha gente que vino a ayudar”.
Evacuaron animales en peligro de extinción ante el avance del fuego
El especialista de la Fundación Rewilding, una ONG dedicada a la protección de la fauna silvestre, dijo que la zona de San Alonso es la única de las 6 en que se divide el parque que está aún sin quemar, aunque “viene un frente del norte. Allí estamos reintroduciendo yaguaretés y nutrias gigantes. Estamos esperando con cortafuegos”, contó.
“Ya hemos evacuados ejemplares de muitues -un ave reintroducida en el Iberá el año pasado- que estaban en corrales de presuelta pasando el período de adaptación. Los corrales se quemaron todos. Las aves están ahora en la ciudad de Corrientes”, en el Centro de Conservación Aguará, detalló.
“Estamos también viendo de evacuar de la zona de San Lorenzo a una hembra de yaguareté que quedaba para liberar y dos grupos de nutrias gigantes, en total 20 individuos. Eso si entra el fuego”, apuntó.
Pero hubo más casos. “Teníamos guacamayos y muitues que estaban nidificando, con pichones o huevos. A algunos pichones los estamos alimentando a mano y en otros casos pudimos sacarlos junto a sus padres y están en corrales. Tenemos huevos de guacamayos en incubadoras”, precisó.
Además, hay ejemplares de animales reintroducidos en los últimos años que están en libertad y son seguidos por GPS para monitorearlos. “Están en San Alonso, la zona donde aún no entró el fuego. Ellos se pueden desplazar por sí mismos” evitando el fuego, comentó Di Martino.
Lo que vendrá: como será el futuro del Parque Nacional Iberá tras los incendios
Más allá de la devastación causada por los incendios, Di Martino se mostró esperanzado. “De esto se sale. Va a dar mucho trabajo, mucha restauración. Hay que invertir mucho en infraestructura perdida”, indicó.
En ese punto, advirtió que el mayor peligro abierto por el fuego es el ganado porque las llamas arrasaron con los postes y las alambradas que protegían el parque. Ahora podrán pastar libremente en la zona.
“La vegetación y los animales vienen de dos años de sequía, de altas temperaturas y ahora el fuego. El próximo embate va a ser el ganado que se va a comer los brotes de pasto que salgan tras el incendio. Esto complica la recuperación porque el ganado compite por los alimentos”, alertó.
Por ello, dijo que la Fundación estudia reemplazar los palos de quebracho de las alambradas por otro tipo de materiales. “Estamos usando métodos alternativos, como los tubbings, que se utilizan y son descartados por la industria petrolera. También se hacen postes ignífugos con plástico reciclado”, contó.
Los daños en el Parque Nacional Iberá en números
Según la Fundacion Rewilding, el fuego afectó a cerca de 74.000 hectáreas del Parque Nacional Iberá, casi el 40% de la superficie total que corresponde a humedales, pastizales y bosques únicos en su tipo por su biodiversidad. Se trata del hogar de especies amenazadas de extinción como el venado de las pampas, el aguará guazú y el yetapá de collar.
“La pérdida de ambientes naturales fuera del Parque es aún mayor y el impacto sobre la biodiversidad es incalculable”, advirtió una nota de la ONG.
Además, advirtió que “los portales Carambola, San Nicolás, Cambyretá, Yerbalito, San Antonio y Galarza del Parque Iberá fueron severamente afectados, con importantes daños de infraestructura, como decenas de kilómetros de alambrados perimetrales que son esenciales para evitar el ingreso de ganado doméstico al Parque”.
“La recuperación es posible, pero necesitaremos tiempo y la presencia de las especies de fauna clave de Iberá para tener éxito en la restauración que se viene”, resumió Sofía Heinonen, Directora Ejecutiva de Fundación Rewilding Argentina. (TN)