En menos de tres años Cítricos Pampa gestó y desarrolló un modelo de producción y distribución por franquicias, que ya permitió instalar puntos de venta en Mendoza, Buenos Aires, Córdoba, Bahía Blanca y, próximamente, Neuquén. El éxito comercial y su rápida expansión sorprenden a propios y extraños. Esta actividad productiva resulta una novedad en La Pampa y Anchorena se convirtió en centro operativo y de distribución porque el intendente, Gustavo Pérez, comprendió su enorme potencial y consiguió un lugar para desarrollarlo.
«En Anchorena comenzamos la producción de las primeras 10 mil plantas producidas en La Pampa y la implantación de una hectárea para producir fruta. Estamos más que agradecidos por la visión de Gustavo, que se animó a romper el molde y nos tendió la mano, y el acompañamiento de toda la comunidad. Ya tenemos dos personas del pueblo trabajando y pronto incorporaremos dos más» anuncian Pablo Damiani (39), Rocío Severino (42) y Facundo Alecha (32), creadores de Cítricos Pampa. Hace cinco meses se instalaron en un predio de siete hectáreas sobre el acceso a Anchorena, donde levantaron el primer invernadero, implantaron 10 mil ejemplares y están terminando un segundo túnel destinado al acopio. «También edificaremos un galpón para herramientas y equipos de riego, e instalaremos un container para oficinas. Nuestro proyecto incluye 30 invernaderos y para fin de año esperamos tener listos entre cuatro y seis», anuncian.
En dos años y medio contrataron diez empleados «y para fin de año esperamos tener unos 15″. Empezaron «casi por casualidad», inspirados por la dedicación a las plantas de Rocío, y terminaron generando un negocio enfocado en «revitalizar la industria pampeana, ampliar la matriz productiva, generar empleo y trabajar junto a los municipios para que los jóvenes no emigren de sus pueblos».
Expansión vertiginosa.
Todo comenzó en la primavera de 2019, cuando Rocío decidió comprar 75 plantas y comercializarlas. «Se vendieron en una semana. Compramos otras 300 y también se vendieron en una semana. Ante semejante respuesta, decidimos encarar un emprendimiento para vender cítricos». En su primer año proyectaron mil plantas, pero vendieron 8.500. En 2020 esa cifra trepó a 18.000 y para este año planean «comercializar unas 45 mil plantas».
Al principio las traían de Corrientes y Entre Ríos, pero cuando la demanda superó las fronteras de La Pampa decidieron desarrollar un modelo de franquicias (primero del país para una empresa de su tipo) y encarar la producción. «Ya tenemos las primeras 10 mil plantas nacidas de semilla. Esta actividad, que no existía en La Pampa, permite generar trabajo y oportunidades para los jóvenes», comentan.
Además de producir unas 20 variedades de limones, mandarinas, naranjas, pomelos y quinotos, planean desarrollar «un perfil turístico provincial y nacional, con un recorrido por el proceso productivo para delegaciones y turistas que visiten La Pampa».
De esta manera el empuje de tres emprendedores y la visión de un intendente se combinaron para convertir a Anchorena en un nuevo polo productivo, que pronto ofrecerá cítricos para toda La Pampa y el país. (La Arena)