
Por estas horas, la tristeza invade los pasillos de los canales de televisión y los chats de periodistas al conocerse la noticia de que el estado de salud de Gerardo Rozín, de 51 años, es muy delicado. Según los trascendidos, el famoso productor y conductor (que esta semana había dejado su lugar en La peña de Morfi en manos de Iván de Pineda) está luchando hace meses contra un tumor de cerebro maligno.
Desde el canal pidieron “respeto y cautela” en un escueto comunicado en el que aseguraron, además, que a medida que tuviesen novedades, las mismas serán comunicadas en tiempo y forma.
En noviembre del año pasado, el responsable de ciclos como Gracias por Venir; Esta noche, libros; y Morfi, todos a la mesa habló sobre su estado de salud de ese momento, y aludió a la licencia que se había tomado del programa de Telefe al poco tiempo de iniciarse en marzo la nueva temporada del exitoso envío.
“Me voy a tomar una licencia. Ando con un tema de salud que, afortunadamente, pinta bien”, dijo en esa oportunidad, antes de ausentarse por un mes. “Falté cuatro semanas, tuve un tema de salud. Primero me tomé el tiempo para entender porque no entendía muy bien qué me estaba pasando. Si tuviera que sintetizarlo, te diría que viví, realmente, momentos de mucha preocupación. Afortunadamente, hasta ahora, salió todo extraordinario”, le contaba a este medio. “Estoy bien”, sumaba.
En esa misma charla, el conductor confesó que tuvo miedo, pero prefirió mantener ese aspecto de su vida lejos de lo mediático. “No comento en público detalles que, quizás, no le conté a mi familia, pero estoy bien. Pero sí, tuve miedo, me pegué un susto”, se limitó a decir, para luego poner el foco en lo bien que le hizo retomar Morfi, donde fue recibido con cariño por su compañera Jésica Cirio, los músicos y el equipo de producción.
