Anthony Delon, hijo de la leyenda del cine Alain Delon, reveló que su padre, quien cumplió 86 años en noviembre pasado, le pidió que organice su eutanasia.
En diálogo con la radio francesa RTL, dijo que hizo la promesa de acompañar a su padre hasta el final, según sus últimas instrucciones. “Sí, es cierto, me pidió eso (por la eutanasia)”, admitió en una entrevista concedida con motivo al lanzamiento de su libro Entre el perro y el lobo, donde repasa su vida.
Según consignó la revista Le Point, Alain se sensibilizó por la forma en que su hijo cuidó a su ex esposa Nathalie Delon, quien murió en enero de este año por un cáncer de páncreas. “Es cierto que acompañé a mi madre. Es cierto que ella decidió morir como vivió. Había elegido optar por la eutanasia”, narró.
Luego aclaró que finalmente su madre no utilizó ese medio para morir. “Afortunadamente no recurrimos a este proceso. Digo afortunadamente porque todo estaba listo. Teníamos a la persona”, explicó.
Alain vive en Suiza, donde el procedimiento es legal, e instó a su hijo para que organizara todo el proceso y lo acompañara en sus últimos momentos. En entrevistas recientes, el famoso actor afirmó que no dudaría en recurrir a la eutanasia si fuera necesario.
“Estoy a favor (de la eutanasia). Primero porque vivo en Suiza, donde la eutanasia es legal, y también porque creo que es lo más lógico y natural”, dijo el artista en una entrevista con un canal de televisión local.
“En un momento dado, la persona tiene derecho a partir en paz, sin pasar por hospitales, inyecciones y demás…”, declaró el actor francés, al tiempo que confesó que ya había hecho su testamento para que no se perdiera su herencia.
Tras sufrir un doble derrame cerebral en 2019, el actor se fue recuperando de a poco y se siente mucho mejor, aunque tiene que caminar con bastón. “¡Envejecer apesta!”, dijo poco antes de su hospitalización hace tres años. “No puedes hacer nada al respecto. Pierdes la cara, pierdes la vista. Te levantas y maldita sea, te duele el tobillo”, se quejó.
Una leyenda del cine
En Cannes comenzó su leyenda. Fue allí por primera vez en 1956, invitado por una de sus muchas conquistas, y pese a que todavía no había rodado ninguna película su físico y descaro no tardaron en darlo a conocer y en facilitarle el salir de esa edición con una buena agenda de contactos.
“Si no hubiera sido actor estaría muerto. El cine era mi destino”, reconoció en 2017 en la revista Paris Match el intérprete, nacido en Sceaux, en la periferia de la capital francesa y en el seno de una familia desestructurada que le hizo acabar en manos de unos padres de acogida.
Abrazó la profesión de forma autodidacta por petición expresa de su primer director, Yves Allégret, quien en 1957, con “Quand la femme s’en mêle”, le dio un consejo que se convirtió en su mantra: “Sé tú, no actúes”.
La lista de cineastas de primer orden con los que trabajó posteriormente hace que Delon sea no solo un icono del cine francés de los años 60 y 70, sino uno de los grandes emblemas de la cinematografía internacional.
La consagración le llegó en 1960 de la mano de Luchino Visconti con “Rocco e i suoi fratelli”, pero en su filmografía destacan igualmente títulos como “La Piscine” (1969), de Jacques Deray, o, en ese mismo año, “Le clan des siciliens”, de Henri Verneuil.
“Fueron las mujeres que me han amado las que me hicieron meterme en esta profesión y las que lucharon por mí”, recordó el actor en Cannes. (Infobae)