
Una mujer de 67 años fua hallada sin vida y con signos de haber sido comida por los ocho perros con los que convivía. El hecho ocurrió en el barrio Aeropuerto de Santa Rosa, La Pampa. Según se informó, se trata de una mujer que fue buscada como «desaparecida» por la policía en el mes de diciembre, pero estaba internada en el Sanatorio Santa Rosa.
Para los vecinos de las inmediaciones de las calles Provincialista, Forchieri y Guevera, en el barrio Aeropuerto la noche del 30 de diciembre pasado fue literalmente de terror.

Luego de sentir un «olor nauseabundo» durante casi una semana de una vivienda, los vecinos de la mujer alertaron a los efectivos de la Seccional Segunda sobre un fuerte olor que salía de la morada.
Los agentes fueron hasta la vivienda, miraron por la ventana y vieron que la vecina estaba tirada en el piso.

Cuando una patrulla de la Seccional Segunda llegó al lugar se encontró con el peor escenario, caótico y macabro: Ana Inés de Marotte, de 67 años de edad, estaba muerta y parte de su cuerpo -el rostro y los brazos- comidos por los ocho animales con los que convivía, por lo que los uniformados dieron intervención al fiscal de turno que dio la orden de fajar el lugar.
Marotte ya había sido buscada por la policía, luego de que desapareciera del barrio durante la segunda semana de diciembre. La mujer fue encontrada en el Sanatorio Santa Rosa: ese mismo día, se dio el alta ella misma y se fue del lugar.
«Hemos llamado a todos lados y no sabemos qué hacer… supuestamente nadie puede hacer nada hasta que no llegue su hija, que no está en la provincia. Y como el caso está judicializado, la policía custodia el lugar, pero nadie puede entrar, los cinco perros y el gato de la casa están abandonados, han generado un caos y el olor es otra vez insoportable», graficaron los vecinos y vecinas.
Luego, comenzó a trabajar el personal especializado de la Agencia de Investigaciones Científicas y expertos en pericias para determinar qué pasó. Hay una custodia fija en el lugar y una hija de la mujer, que vive en el sur, viajó a Santa Rosa.
Fuentes judiciales ampliaron que los perros fueron rescatados por la mujer con el correr del tiempo. «Estaban encerrados, sin alimento, y le comieron algunas partes a la mujer mientras estaba sin vida: tenía mordeduras en las cejas y en el cuello», precisaron. (El Diario/La Arena)
