
Un brutal femicidio ocurrió este viernes por la tarde en la capital pampeana: un efectivo de la Policía Federal, identificado como Gustavo Antonio Bolan, mató a su pareja con su arma reglamentaria, intentó prender fuego la vivienda que compartían y se quitó la vida.
«Nos enteramos del hecho por la presencia del fuego», confirmó el jefe de la Unidad Regional I, comisario Claudio Cano. La víctima fue identificada como Susana Muñoz, de unos 50 años de edad.
El crimen ocurrió en una vivienda ubicada entre las calles Salveire y Escuela Normal, al frente de la Seccional Segunda, pero del otro lado de la avenida Circunvalación a pocos metros de la Rotonda El Avión. Los cuerpos fueron encontrados alrededor de las 17 horas.
En el lugar trabajó hasta altas horas de la noche la Agencia de Investigación Científica, realizando pericias. Previamente, estuvieron los fiscales Marcos Sacco y Máximo Paulucci.
En esta ocasión el operativo policial no fue riguroso. Casa de por medio donde ocurrió en brutal crimen hay una despensa. A la constante presencia de clientes, se le sumaron familiares de las víctimas y algunos curiosos.
Los cuerpos estaban en una habitación de la casa, donde el femicida había prendido fuego un colchón. También hubo un principio de incendio en un sillón del comedor. Las llamas no alcanzaron a extenderse por toda la casa, pero si afectaron «un poco los cuerpos», destacó un uniformado en el lugar del hecho.

Susana Muñoz, víctima del brutal femicidio, fue ultimada de tres disparos: dos en el rostro y uno en el brazo derecho.
«Fue con mucho ensañamiento», dijo una fuente ligada al caso sobre el ataque del policía federal. Gustavo Antonio Bolan luego del crimen prendió fuego dos sectores de la casa y luego se disparó en la cabeza con su arma reglamentaria.
De acuerdo a lo que publica El Diario, el impacto en el brazo fue a la altura del biceps, como si la víctima hubiera tenido «la típica reacción de poner la mano ante un disparo».
Después fue una especie de ejecución: los disparos en el rostro fueron cuando ya estaba en el piso. «No hay golpes, no hay otro tipo de lesiones… nada que implique una pelea previa», confió la misma fuente.
El asesino se quitó la vida con un disparo «debajo de la barbilla».
La Policía llegó a la escena del crimen porque el hombre llamó a una hija -de un matrimonio previo- avisándole que dejaba su auto en una ubicación determinada y dándole a entender que «se iba a mandar una macana», informaron fuentes de la investigación. La joven avisó a otro familiar y así el resto de la familia llegó al lugar, donde se encontraron con el principio de incendio y la macabra escena.
Bolan y Muñóz tenían una relación desde hace unos 5 años, donde él «la celaba mucho», según dijeron fuentes policiales.
