Centenares de seguidores radicalizados del expresidente Jair Bolsonaro invadieron este domingo los edificios del Congreso, la Presidencia y el Tribunal Supremo de Justicia de Brasil para exigir un golpe militar que derroque al actual mandatario, que acaba de iniciar su tercer período al frente del Ejecutivo, Luis Inácio «Lula» da Silva.
Los militantes ultraderechistas llegaron a los edificios situados en Brasilia desde el Cuartel General del Ejército de Brasil, donde acampaban desde que Bolsonaro perdió las elecciones dos meses atrás, con el fin de exigir una intervención militar que impida la presidencia de Lula.
Los bolsonaristas sortearon en primer lugar las barreras policiales para asaltar las sedes del legislativo y del Poder Judicial, mientras que después asaltaron la presidencia.
El asalto a la capital política brasileña rememora el llevado a cabo por militantes del ex presidente de los Estados Unidos Donald Trump, llevado a cabo dos años atrás, cuando perdió las elecciones a manos del actual mandatario demócrata Joe Biden.
Brasil: bolsonaristas exigen intervención militar para derrocar al gobierno de Lula
Lula Da Silva se encontraba de viaje en la zona de Sao Paulo, afectada por intensas lluvias, mientras que el Congreso no estará en actividad hasta el próximo mes.
Si bien se había montado un importante cordón de seguridad en torno a los edificios principales de los poderes constitucionales brasileños, los simpatizantes radicalizados lograron quebrar el cerco e ingresar a los predios, indicaba el portal del diario español El País.
Los extremistas, en su mayoría con camisetas amarillas y verdes y banderas de Brasil, atacaron algunos vehículos de la Policía Legislativa, encargada de brindar seguridad al Congreso.
Además, destruyeron barreras de protección y, armados con palos, se enfrentaron a los agentes que intentaron contener, sin éxito, la entrada de los bolsonaristas.
La policía utilizó gas lacrimógeno para intentar dispersar a los militantes radicalizados, pero por el momento no habían tenido éxito.
Militares y fuerzas de seguridad retoman el control de los edificios gubernamentales en Brasilia
Las fuerzas del gobierno brasileño comenzaban a retomar el control de los edificios de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial que habían sido tomados por los bolsonaristas.
Policías y militares, en algunos casos con la utilización de gases lacrimógenos, y tanto caballos, como móviles y medios aéreos retomaban varios sectores de los edificios que habían sido tomados por miles de simpatizantes radicalizados del ex presidente Jair Bolsonaro, los cuales causaron destrozos de instalaciones y mobiliarios.
En primer lugar se logró retomar la sede del la Suprema Corte Federal, después el Congreso y por último el Planato, la sede del Ejecutivo, todos ellos en forma parcial por el momento.
Poco antes, el presidente del Congreso de Brasil, el senador Rodrigo Pacheco, había pedido castigar de forma «urgente» y con el «rigor de la ley» a los radicales bolsonaristas que han invadido las sedes del Parlamento, la Presidencia de la República y la Corte Suprema, en Brasilia.
«Repudio vehementemente estos actos antidemocráticos, que deben sentir el rigor de la ley con urgencia», afirmó Pachecho, en un mensaje publicado en sus redes sociales.
El senador informó de que está en «contacto permanente» con el gobernador del Distrito Federal de Brasilia, Ibaneis Rocha, quien le aseguró que «está concentrando los esfuerzos de todo el aparato policial» para «controlar la situación».
«En la acción, están empeñadas las fuerzas de seguridad del Distrito Federal, además de la Policía Legislativa del Congreso», añadió Pacheco.
ALBERTO FERNÁNDEZ: «DEBEMOS UNIRNOS PARA GARANTIZAR LA DEMOCRACIA»
«No puede haber un levantamiento contra la democracia: quieren ponen en riesgo la democracia deben ser castigado», dijo Alberto Fernández en una entrevista con medios brasileños. El presidente argentino respaldó nuevamente a Lula da Silva y destacó el vínculo entre Argentina y Brasil.
EEUU CONSIDERÓ «INACEPTABLE» EL ATAQUE A LAS «INSTITUCIONES DEMOCRÁTICAS» EN BRASIL
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, consideró «inaceptable» el ataque a las «instituciones democráticas» en Brasil, después de que manifestantes golpistas, seguidores del expresidente Jair Bolsonaro, ingresaran a la fuerza a las sedes del Congreso, el Palacio del Planalto y la Corte Suprema en Brasilia.
«Usar la violencia para atacar las instituciones democráticas es siempre inaceptable. Nos unimos a Lula para instar al cese inmediato de estas acciones», escribió Blinken en Twitter.
El encargado de negocios de Washington en Brasil, Douglas Koneff, también había condenado «contundentemente» el ataque.
«La violencia no tiene cabida en ninguna democracia; condenamos contundentemente los ataques a las instituciones de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial en Brasilia, que son también un ataque a la democracia», afirmó Koneff en Twitter.
«¡No existe justificación para estos actos!», subrayó el diplomático.
La cuenta de la Embajada había advertido previamente de una «protesta antidemocrática» que se había vuelto violenta en Brasilia e instado a los ciudadanos estadounidenses a evitar la zona.
(NA)