Como medida complementaria a la suba del dólar oficial a un valor de referencia de $ 350, el Banco Central tomó la decisión de subir la tasa de interés para los plazos fijos a un 118 % anual.
La autoridad monetaria busca que, al remunerarse en mejores términos, los depósitos a plazo fijo que están en el sistema financiero, que totalizan unos 15.662.640 millones de pesos al 8 de agosto, se pasen a dólar, lo que llevaría a un alza de difícil control del tipo de cambio en sus diferentes versiones (oficial, informal y financieros), afectando a los precios minoristas.
A modo de ejemplo, si un depositante inmoviliza durante un año un plazo fijo a partir de hoy por un monto de 100.000 pesos, podrá retirar, en concepto de capital e intereses, unos 308.183,92 pesos, de modo que acumularía más de 208.000 pesos en concepto de intereses. Si la imposición la hiciera a 30 días, el interés mensual sería de unos $ 9833,33.
Sin embargo, para conocer si tuvo o no una ganancia en términos de poder de compra, habrá que conocer la evolución del Índice de Precios al Consumidor (IPC) oficial para los meses venideros, el cual podría estabilizarse en el rango del 8 al 9% mensual, equiparando -o hasta incluso, pudiendo superar- a la tasa de interés mensual que se aplicará a partir de la fecha.
Habrá que esperar cual es la repercusión de esta medida sobre los costos financieros de préstamos y tarjetas de crédito, ya que se descuentan actualizaciones en los mismos.