Brasil lanzó una operación contra terroristas vinculados a Hezbollah que planeaban atentados contra la comunidad judía en el país, informaron este miércoles medios locales.
La Policía Federal (PF) informó que detuvo a dos hombres y entregó 11 órdenes de búsqueda y captura en San Pablo, Minas Gerais y el Distrito Federal.
Según el diario O Globo, que cita a fuentes investigativas, los sospechosos fueron financiados y reclutados por el grupo terrorista libanés Hezbollah y planeaban llevar a cabo atentados contra edificios de la comunidad judía en Brasil, incluidas sinagogas.
Los dos detenidos son brasileños y hay otros dos objetivos de las solicitudes de detención que se encuentran en El Líbano. Uno de los detenidos fue arrestado en el aeropuerto de Guarulhos, en San Pablo, a su llegada de un viaje al Líbano. La PF cree que ya había llegado con información para perpetrar los atentados. El otro fue detenido en São Paulo.
Bautizada como Operación Trapiche, la acción “tiene el objetivo de desbaratar actos de terrorismo y obtener pruebas del posible reclutamiento de brasileños para llevar a cabo actos extremistas en el país”, indicaron las autoridades en un comunicado.
Los reclutadores y los reclutados deberán responder por los delitos de formación o adhesión a organización terrorista y realización de actos preparatorios de terrorismo, cuyas penas máximas, sumadas, alcanzan los 15 años y 6 meses de prisión, según la policía.
Presencia de Hezbollah en Brasil
La operación antiterrorista de este miércoles ocurre un mes después que la comandante del Comando Sur de EEUU, Laura Richardson, emitiera una alerta sobre las “intenciones malignas” de Hezbollah e Irán en Brasil y la posibilidad de atentados tanto de células durmientes como de lobos solitarios. Se cree que el país también puede ser usado como posible plataforma logística para atentados en otros países de América Latina y/o Estados Unidos y para la financiación del terrorismo.
Esos temores aumentaron después del ataque del grupo terrorista palestino Hamas, aliado de Hezbollah, contra Israel el pasado 7 de octubre. Ambos grupos son considerados organizaciones terroristas por Estados Unidos, Europa y muchos otros países, pero no por Brasil. Y ambos son apoyados por Irán.
De hecho, los expertos creen que células de Hezbollah podrían activarse en Brasil gracias a la red iraní, como ya ocurrió con los atentados de Buenos Aires en 1992 contra la embajada de Israel y en 1994 contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en los que murieron 107 personas y cientos resultaron heridas.
Además, algunos terroristas implicados en los atentados viven o mantienen negocios en Brasil.
Farouk Abdul Hay Omairi, sancionado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos e incluido en junio pasado por las autoridades argentinas en la lista enviada a Interpol de la red que posibilitó los atentados a la AMIA, aún vive en Brasil. Tras ser detenido por narcotráfico, Omairi está libre y vive en Foz de Iguacu.
En Brasil siguen activas las empresas de otro miembro de Hezbollah que figura en la lista de las autoridades argentinas sobre la AMIA, Salman Raouf Salman. Otro miembro de la lista es Hussein Mounir Mouzannar, que desde el estado brasileño de Santa Catarina se ha trasladado ahora cerca de la Triple Frontera, a Mingua Guazú en Paraguay.
La policía federal brasileña también tiene constatada desde hace tiempo la relación entre Hezbollah y el crimen organizado brasileño, que puede amplificar el poder de acción del grupo terrorista en el continente americano.
(Infobae)