Pese a la suba del precio de los combustibles de casi el 70% en menos de una semana, las petroleras plantean que aún se mantienen los retrasos, debido a que el litro se ubica en torno a los $615, por lo que aseguran que está lejos del histórico valor de 1 dólar oficial (hoy en $800).
Sin embargo, si bien en el Gobierno consideran que los precios tienen que ser libres, les pidieron a las petroleras establecer un «sendero» de aumentos para trasladar la devaluación sobre los precios en el surtidor.
Los combustibles tuvieron un salto de precios porque hubo dos aumentos en una semana: del 15% en las horas previas al domingo que asumió el presidente Javier Milei, y casi 40% la siguiente semana, cuando hubo un salto del tipo de cambio oficial del 118%.
Fuentes del sector plantearon que el primer aumento fue para «recomponer» parte del atraso del último año, cuando los combustibles subían por un acuerdo con Sergio Massa al 4,5% mensual, contra una inflación de casi el doble. El segundo aumento fue parte del «pass through» de la devaluación.
Sin embargo, fuentes del sector argumentaron que producto de la devaluación el reacomodamiento de precios debería ser de entre el 50 y el 70%. Según Daniel Montamat, ex secretario de Energía, la nafta mantiene un retraso del 18% y el gasoil del 26%.
En un informe de precios de Montamat y Asociados se afirmó que el dólar oficial que al 12 de diciembre estaba en $365 tuvo un salto a $800, el de exportación pasó de $708 a $850 y el de importación fue el que tuvo el mayor incremento, de $392 a $940.
En el caso de la nafta, el «import parity» con el dólar actual de $800 implicaría un litro de nafta de $763, producto del precio del crudo y de la refinación y comercialización, mientras que el precio promedio en el surtidor se ubica en $623, lo que implica una «distorsión» respecto a las paridades del 18%.
Si bien la disposición de las autoridades de la Secretaría de Energía fue que «en adelante los precios ahora son libres», fuentes oficiales esperan que el traspaso se dé en un plazo de por los menos 3 meses.
Así lo aseguró el ministro de Economía, Luis Caputo, en una entrevista televisiva: «El 37% ocurrió porque una corrección del tipo de cambio se traslada prácticamente en su totalidad a las naftas. Pero va a ser un sendero. El primer mes del 37%, y después un sendero más bajo hasta probablemente marzo».
El plan final es la convergencia con la paridad de importación, lo que implicaría que el litro de nafta cueste el equivalente a 1 o 1,5 dólares, esto sería, hasta $1200 el litro. En los valores actuales se encuentra en torno a los 0,70 dólares. Sin embargo, fuentes oficiales afirmaron que las empresas lucharán por sostener su «market share», por lo que esperan que se estabilice en 1,20 dólares, con un litro en torno a los $960.
Reformulación del impuesto
Las naftas se incrementaron un 103% respecto al 2 de noviembre, según el último informe de Nadín Argañaraz, presidente del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF).
Sin embargo, la carga tributaria sobre el consumo de nafta bajó desde el 28,6% en noviembre al 24,5% en la actualidad. Esa carga tributaria, en el 2018, era del 44%. «En nuestro país no siempre suben todos los impuestos», indicó.
Esto ocurre en parte porque no se está aplicando el impuesto a los combustibles líquidos, que producto de sucesivas prorrogas del Poder Ejecutivo, pasó en 5 años de representar el 28% del valor final de la nafta a un 4,7%.
El ICL lleva posponiéndose durante más de un año por decisión del ex ministro de Economía, Sergio Massa, que planteó su prórroga hasta febrero del 2024. El consultor Cristian Bergmann plantea que implica un atraso del componente impositivo del 156%.
De todos modos, fuentes oficiales afirmaron que buscarán «reformularlo», para que deje de aplicarse trimestralmente y que sirva como «amortiguador» a los vaivenes de precios internacionales.
(Ámbito)