El Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVM) se derrumbó en diciembre y profundizó la pérdida del poder adquisitivo que venía mostrando en los últimos años.
El importe del SMVM del último mes del año se ubicó en $ 156.000, frente a la inflación del 25,5% y con un número similar proyectado para enero por las consultoras privadas.
A pesar de lo prometido por Milei al inicio de su gestión, el Gobierno aún no le puso fecha a la convocatoria del Consejo del Salario para acordar un nuevo aumento, ante el panorama de un paro general anunciado para el próximo 24 de enero.
Sin la actualización que demandan los gremios, el ingreso base seguirá muy por debajo de la canasta básica que traza el umbral de pobreza en enero de 2024 alrededor de medio millón de pesos para una familia de cuatro personas, e incluso quedará por debajo de la línea de indigencia de $240.678.
De esta manera, existe un marcado atraso del salario mínimo que continuará profundizándose en la medida que no se lleve a cabo la actualización.
El economista Jorge Barreto realizó un estudio de mercado, a través del cual analizó el poder adquisitivo del salario mínimo, medido en kilos de pan.
Así, calculó que hoy el SMSV alcanza para comprar 87 kilos de pan, cuyo precio ronda los $1.800, lo que implica un 63% menos que un año atrás.
En enero de 2023, el salario mínimo era $ 65.427 y el kilo de pan costaba $ 480, es decir que hace un año se podían comprar 136 kilos.
A su vez, esto representa una caída del 37,17% respecto de los valores observados durante la crisis de 2001.
«Si tomamos el valor del kilo de pan promedio desde el año 2000 hasta hoy y lo medimos versus el salario mínimo se puede ver que históricamente la actual es la menor cantidad de kilos que se puede comprar por mes en 23 años», refuerza Barreto
Del estudio se desprende que el 2006 fue el año donde el salario mínimo tuvo mayor poder de compra, con 320 kilos. Hasta el mes pasado, el peor año había sido el 2001, cuando alcanzaba para 138 kilos.
En 24 años, el kilo de pan aumentó 128.471%: pasó de $ 1,40 ó US$ 1,40 a $ 1.800.
En el mismo período, el salario mínimo aumentó 77.900%: pasó de $ 200 ó US$ 200 a $ 156.000, que medidos al dólar blue da aproximadamente US$ 138.
«Con estos números la pérdida de poder adquisitivo durante el periodo medido en kilos de pan es del 40%», resalta Barreto en su cuenta de X.
Como muestra de la disparidad de los precios relativos, el economista realizó el mismo cálculo para medir el poder adquisitivo del salario respecto de la nafta. En este caso, el especialista comprobó que a comienzos de 2024 el salario permite comprar un 17% más de nafta que en el año 2000.
Otro indicador que permite percibir el deterioro del salario mínimo es su relación con la canasta básica total, que mide el umbral de la pobreza para una familia compuesta por cuatro personas. En diciembre, esa canasta llegó a $ 495.798, lo que representa un alza de 225% en el año. Así, hacen falta 3,2 salarios mínimos para cubrirla.
De acuerdo con consultoras privadas, las perspectivas de inflación para 2024 superan el 200% y, por lo menos en el corto plazo, no es de esperar que el poder adquisitivo del salario se recupere, dado que depende de tres factores básicos: crecimiento económico, desaceleración de la inflación y el comportamiento de la pobreza.
El salario mínimo es una variable clave en la macroeconomía porque funciona como un piso no solo para los empleos formales sino también indirectamente para los informales. Además, es una referencia para los planes sociales, como el Potenciar Trabajo, cuyos beneficiarios cobran la mitad del salario mínimo. (NA)