El Gobierno nacional confirmó sus intenciones de restituir el Impuesto a las Ganancias. La administración liderada por Javier Milei, el mismo que como diputado votó a favor de su eliminación en septiembre pasado, busca ahora que el mínimo no imponible sea de $1.350.000 brutos, actualizables trimestralmente.
La iniciativa del Gobierno debe pasar por el Parlamento para ponerse en marcha, ya que el Ejecutivo no puede dictar por si solo nuevos impuestos. Y de aprobarse, la medida afectará a 800 mil personas que habían quedado desafectadas de tributar por pertenecer a la cuarta categoría del Impuesto.
Según consignó Ámbito, ese número de contribuyentes podría incrementarse al menos de manera trimestral. Es que las intenciones que tendría el Gobierno, que aún no fueron plasmadas en una iniciativa oficial elevada al Congreso, también contemplarían la aplicación de actualizaciones trimestrales del mínimo no imponible. Ello teniendo en cuenta los valores que arroje el Índice de Precios al Consumidor (IPC).
De ese modo, la posibilidad de que se amplíe la cantidad de personas que comenzarán a tributar el impuesto es considerable.
Hoy en Argentina la Canásta Básica Total es de $495.798, y con la última devaluación más el efecto inflacionario y el impacto que podrían tener nuevas medidas que se tomen en el corto plazo, va de suyo que ese monto se actualizará. Quienes logren escaparle al índice de pobreza tendrán un margen acotado entre pagar y no pagar el impuesto que el oficialismo pretende reinstaurar.
Elige tu propio Milei
En septiembre pasado, plena campaña electoral, el Gobierno había remitido al Congreso un proyecto de ley impulsado en ese entonces por el ministro-candidato Sergio Massa, para eliminar la cuarta categoría prevista para el cobro del impuesto. Una gran cantidad de trabajadores dejaban de pagar.
Uno de los que se pronunció a favor de la iniciativa no sólo en términos discursivos sino que también sumó su voto de apoyo para modificar la ley y permitirlo fue el propio Milei, en ese entonces en calidad de diputado nacional. «Nos encontramos frente al delirio descomunal de tratar al salario como ganancia, lo cual es un delirio total y por lo tanto es un impuesto inmundo y tiene que ser eliminado», dijo el actual presidente en su discurso.
Hasta ese momento, Milei actuó en coherencia con lo que venía expresando públicamente durante sus años como diputado y como columnista económico de televisión.
«Prefiero cortarme un brazo antes de subir un impuesto»
El summun de su consideración acerca de la suba de impuestos fue el 4 de octubre del 2020, cuando en una entrevista en LN+ llegó a decir: «Cuando vos subís un impuesto es como que alguien que te representa en lo laboral fuera a hablar con tu jefe y le pida que te baje el sueldo. Lo que puedo dar testimonio es que jamás en mi vida voy a ir por una suba de impuestos. Prefiero cortarme el brazo antes de subir un impuesto».
Las opiniones del actual presidente en contra de la suba de impuestos en general y de ganancias en particular no sólo las ha replicado en entrevistas, sino que también tuvo expresiones en redes sociales. «Ganancias muestra la voracidad de los parásitos de la corporación política. No están dispuestos a devolverle la guita al que la genera», escribió el actual presidente el 14 de diciembre del 2016.
Ese mismo año, unas semanas antes, había apuntado contra el entonces presidente Mauricio Macri, que venía de prometer la eliminación de Ganancias. «Si prometes eliminar el impuesto a las ganancias al trabajador y después lo subis ¿sos un mentiroso?«, se preguntó vía Twitter.
Más adelante en el tiempo, en julio del 2021, durante una conferencia aseguró: «Los impuestos son un robo, una rémora de la esclavitud. Cuando un reino ocupaba otro, le cargaba las cargas de la guerra. Es un acto violento, es un robo. El Estado es peor que el ladrón vulgar«.
El 23 de noviembre, cuando ya se sabía que iba a ser presidente, durante una entrevista en A Dos Voces (TN), cuando le preguntaron si se mantendría durante su gestión la eliminación de Ganancias no dudó en responder: «Obviamente». Pasaron solo dos meses.
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