La grave escasez de gasoil que está sufriendo el país no sólo se está sintiendo en las estaciones de servicio de la región, sino que se profundiza semana a semana. Como consecuencia de ello, casi todas están limitando la venta de combustible a no más de 100 o 200 litros de combustible por cliente.
El problema -refirieron varios expendedores- no es la provisión del combustible por parte de las petroleras, sino el aumento notable de la demanda.
Un sondeo efectuado por el diario La Nueva en la zona arrojó que apenas una estación de servicio dijo estar recibiendo el 50% del gasoil que le enviaban antes; la enorme mayoría, en cambio, coincidió en que las compañías han asegurado el promedio histórico de litros que recibía cada una en esta época del año.
“La provisión (de gasoil) es normal. No te mandan de más, pero tampoco de menos. El problema es que la demanda subió muchísimo. Cada vez más camiones vienen de afuera a cargar y todos te dicen lo mismo: que van parando en todos los pueblos porque en ningún lado les venden más de 50 o 100 litros. Y en muchos lados les quieren cobrar más”, indicó Tomás, empleado de la estación de servicio Uruñuela, de Coronel Pringles.
La carencia del combustible –clave para garantizar el transporte de cargas y el funcionamiento de las maquinarias agrícolas- comenzó a advertirse hace aproximadamente dos meses y se profundiza día tras día.
“Como en otras zonas del país no hay gasoil, los camiones cargan donde pueden. Por eso hace unos dos meses se tomó la decisión de entregar no más de 150 litros a los camiones de Pringles, y 100 a los que vienen de afuera”, refirió el estacionero.
250 kilometros de allí, en Pedro Luro, la empresaria Elsa Christiansen describió una situación idéntica.
“La compañía nos aseguró la misma cantidad de litros de siempre, pero cada vez más camiones paran a cargar gasoil porque no encuentran la cantidad que necesitan en otras estaciones de servicio. Por eso no vendemos más de 100 litros por cliente, al menos para que puedan seguir viaje”, explicó la dueña de la estación local, de bandera Shell.
“De la compañía no nos podemos quejar, porque la entrega se cumple con normalidad. Lo que no podemos es absorber la demanda de otras estaciones, porque no hay más combustible. La situación es difícil en todo el sector”, añadió.
La empresaria señaló que el precio final del gasoil está muy atrasado respecto del aumento general de los costos.
“Por eso si alguien viene a comprar grandes cantidades no le podemos vender. Todas las empresas estamos así desde hace por lo menos un mes o más”, dijo.
Maximiliano Schimmel, gerente de la Cooperativa de Transporte de Coronel Suárez, entidad dueña de una estación de bandera YPF, aclaró que el mes pasado sufrieron el faltante de gasoil “durante varios días” debido “no a una oferta pobre de combustible, sino a una demanda excesiva”.
“De hecho, vendimos más litros que el promedio histórico de marzo, pero la demanda nos superó. Vinieron muchos camioneros de otras zonas a cargar desesperados, con ‘la lengua afuera’, a punto de quedarse sin combustible”, mencionó.
El directivo señaló que en la estación de la cooperativa el litro de gasoil se vende a 114 pesos, aunque llegan camioneros que refieren que les han exigido en otras zonas “valores desorbitantes” cercanos a los 200 pesos.
“Por esto hemos tomado medidas: no se cargan cisternas, y a los camiones de afuera, que no son clientes, les vendemos entre 100 y 200 litros. Para los afiliados no hay restricciones, pero depende de la disponibilidad. Estamos siendo muy cautelosos”, dijo.
Mario, empleado de una estación Axion ubicada en Coronel Dorrego, mencionó que en esa expendedora la entrega de litros sufrió un recorte.
“El cupo se achicó a la mitad. Eso con respecto al gasoil común, pero ya avisaron que con el Premium va a suceder lo mismo”, confió
“La venta, por ende, no es a libre demanda, sino que la vamos regulando según el stock y las necesidades. Por ejemplo, si un camión va a Bahía, sabemos que con 150 litros le alcanza; ahora, si tiene que ir a Necochea y tenemos, por ahí le damos un poco más”, refirió.
El encargado señaló que algunos clientes lo entienden, pero otros están preocupados porque anticipan “que al agro no le va a alcanzar” cuando vengan las épocas de mayor consumo. (Juan Ignacio Schwerdt/La Nueva)