La compra de medicamentos en Argentina cayó drásticamente a lo largo de los últimos tres meses: 2 de cada 10 personas que antes hacían uso de fármacos, ya no los pueden adquirir.
Así lo indicó el director del Centro de Profesionales Farmacéuticos (Ceprofar), Rubén Sajem, quien se mostró preocupado por la situación de los pacientes ante los aumentos desmedidos que aplican los laboratorios y exigió la intervención de las autoridades sanitarias en el precio de los medicamentos.
«Es muy notable el descenso en la compra de medicamentos. En los últimos tres meses tuvimos caídas muy altas, del 20 % en unidades. Significa que 2 de cada 10 personas no están pudiendo comprar sus medicamentos», advirtió el farmacéutico en diálogo con LU2.
Y agregó que, en términos monetarios, «disminuyó un 45 % la compra en farmacias» según un informe de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
«El problema es que hubo un aumento muy fuerte, que en los últimos 3 meses llega al 110 %», aseguró Sajem. «El valor de los medicamentos se ha duplicado y la gente los está comprando con los mismos salarios, que no han aumentado», señaló.
El profesional sostuvo que se trata de incrementos del 15 % o 20 % por vez, que figuran en los sistemas de cada farmacia de manera automática, sin ser informados previamente por los laboratorios.
«El laboratorio es una empresa que busca mejorar su rentabilidad. Tiene su lógica comercial y no se le puede exigir otra cosa. Por eso nos sorprende mucho que las autoridades sanitarias no respondan a estas alertas; estamos hablando de 45 % menos de compra de medicamentos, es una situación que nunca se vio antes, que se debería evaluar e intervenir», pidió Sajem.
Y argumentó: «Hay una ideología, un dogma de parte del Gobierno que dice que, siguiendo políticas liberales en cuanto a precios, la lógica del mercado los regulará. Pero en medicamentos eso no pasa: la gente no tiene elección al comprarlo entonces el precio se debe regular».
«Pasa en todos los países del mundo –continuó–. Incluso en los más liberales: Estados Unidos, Luxemburgo, el Reino Unido, Italia, Francia… todos ellos regulan el valor de los medicamentos».
Sajem indicó que la situación afecta en mayor medida a los medicamentos «de venta libre», que no requieren receta. Sin embargo, también bajó la compra de fármacos bajo prescripción médica, que se utilizan para tratamientos de patologías crónicas como hipertensión, diabetes, colesterol, entre otras.
«Es peligroso discontinuar estos tratamientos porque son preventivos y evitan las consecuencias del progreso de las enfermedades», destacó el farmacéutico.
Según indicó, ahora la mayoría de los pacientes busca obtener cobertura de su prepaga u obra social, algo que antes era evitado por un sector de la población que podía adquirir los medicamentos de forma particular y prefería saltearse los trámites.
El último recurso, para aquellos a quienes la cobertura no alcanza, es el sistema público, el cual «se va a ver desbordado» si la situación continúa de la misma manera.
«La medida principal que entendemos que hay que tomar es que el Estado intervenga en cuanto a la regulación de precios», remarcó Sajem, y cerró: «Es una situación muy difícil de revertir».
(La Nueva)